El segundo entrenador del FC Barcelona, Jordi Roura, comentó ayer en la previa del partido contra el AC Milan, en que deben remontar el 2-0 de la ida en San Siro, que el partido perfecto para él y para el barcelonismo sería pasar a cuartos con "intensidad, presión, ganas y sin precipitación". "El partido perfecto es el que acaba bien, pasar sea como sea. Tenemos que tener intensidad, presión, ganas, y no confundirlo con precipitación. Al final los partidos son de 90 minutos y los goles pueden tardar más o menos, pero no hay que perder los papeles en ningún momento", dijo.

Roura, que preparó a conciencia el partido junto a Aureli Altimira y con el primer entrenador, Tito Vilanova, pendiente de todo desde Nueva York, tomará como referencia el partido de ida, con un resultado "severo", para intentar darle la vuelta a la eliminatoria.

"El partido es muy importante, pero no para mí, para todo el mundo, público y equipo. Después de resultados malos que hemos tenido, esta semana ha sido larga y la reacción de los jugadores muy buena. El Milan no me sorprendió, conocía bien el estadio e ir a Milán siempre es complicado. Supongo que intentarán retener el resultado", comentó.

Por si acaso, reconoció preparar el lanzamiento de penaltis y no descartó hacer una revolución táctica si no les sale el plan inicial. "Tenemos planeado jugadas de estrategia, que veremos si hacemos o no, y los penaltis es una de ellas. Nuestra intención es que el momento límite no llegue. Si lo hace, tendremos que ver cómo va el partido, por dónde podemos hacer daño, y qué solución o respuesta dar. Si se llega a un punto en que se necesita una revolución, lo haremos. Se hará todo lo posible para pasar", se sinceró.

Con la presencia de Xavi casi asegurada, salvo contratiempo de última hora, cuenta con el once de gala para buscar una victoria que quite el mal sabor de boca de la ida.