Cuando en el año 2000 poco más de seiscientos intrépidos atletas se lanzaron a la carretera que une Vigo y Baiona para participar en la primera edición de la media maratón pocos podían imaginar que en trece años -poco tiempo para una prueba deportiva- el número de inscritos iba a rondar los 5.000. Casi diez veces más. Un dato asombroso y que demuestra el impacto y la solidez que ha alcanzado la que ya es sin duda la mayor manifestación deportiva popular de Pontevedra.

El próximo domingo 17 de marzo Samil vivirá la salida de una nueva edición de la Vig-Bay en la que la organización ha conseguido el objetivo de colocar los 4.800 dorsales que había a disposición de los participantes. A falta de definir con exactitud el número -puede haber ausencias de última hora, atletas que aún tienen pendiente completar el proceso de inscripción- en principio serán 200 deportistas más de los que participaron la pasada edición. La carrera sigue cumpliendo su intención de no parar de crecer pero hacerlo de forma moderada, sin grandes saltos que puedan comprometer el ejemplar trato que suelen recibir los deportistas, una de las seña de identidad de la que es considerada una de las mejores medio maratones que se disputan en España.

Pero el hecho de que la carrera siga creciendo ha llevado a los organizadores a tomar una decisión importante como es la de cambiar el recorrido que llevaba varios años seguidos inmóvil. Este año por primera vez no se dará la tradicional vuelta en Samil. En la avenida de la playa viguesa se recorrían los primeros tres kilómetros. La salida se daba en dirección a las pistas de tenis, se volvía hacia el hotel Samil y tras hacer un nuevo cambio de sentido se enfilaba de nuevo en dirección a O Vao. El problema es que una carrera con casi cinco mil deportistas hacía que la cabeza de la carrera amenazase con "cazar" a la cola del inmenso grupo en la segunda pasada hacia las pistas de tenis. Para evitar confusiones se ha optado por dar la salida a la altura del Hotel Samil y no regresar. Los corredores seguirán en dirección a Baiona. A los organizadores se les planteaba entonces la necesidad de encontrar casi dos kilómetros a lo largo del recorrido pero sin variar demasiado su trazado. Se ha solucionado en dos puntos. Por un lado al bajar en Nigrán en dirección a Praia América en vez de enfilar la carretera que va junto al arenal los atletas irán hacia la derecha hasta el pabellón de deportes de Panxón y regresarán de nuevo hacia Praia América. Al final del arenal llegará la segunda innovación y es que antes de volver a la carretera de la costa se dará una pequeña vuelta en el monte Avenida de Beiramar en Lourido. Así compensan los dos kilómetros que desaparecen de Samil, un recorrido en el que la prueba podrá continuar su crecimiento de forma imparable. Como en los trece años que tiene de vida.