El milagro de la salvación en el que aún quiere creer el Deportivo pasa, obligatoriamente, por ganar de forma consecutiva los tres próximos partidos, todos ante rivales directos: Celta, Mallorca y Zaragoza. Solo así podrá reengancharse a la lucha por la permanencia, de momento a ocho puntos de distancia, a falta del Zaragoza-Granada de hoy. El discurso de ir jornada a jornada, sin preocuparse de nada más allá del encuentro más inmediato, ya no le vale al colista. "Hay que pensar en ganar estos tres partidos, que van a decir si tenemos opciones o no -afirma Dani Aranzubia-. Tenemos que pensar en sumar los nueve puntos. Hasta ahora solo hemos logrado tres victorias y conseguir ahora tres seguidas puede ser complicado, pero por supuesto que está al alcance. Son tres partidos importantísimos y somos capaces de ganar los tres".

No le queda otra al Deportivo, que necesita sumar los nueve próximos puntos en juego para colocarse con 26 a falta de ocho partidos. Solo así mantendría vivas sus esperanzas de cara a las últimas jornadas, en las que tendría que sumar otras cinco victorias más para garantizar la salvación. El del viernes, contra el Celta, "no es un partido cualquiera". Tiene un gran valor simbólico, sobre todo para los seguidores, que no han dejado de alentar al equipo pese a las pocas alegrías que han recibido esta temporada. Por eso derrotar al conjunto vigués supondría una enorme inyección de moral, tanto para los jugadores como para la parroquia blanquiazul: "La afición está respondiendo magníficamente. Si podemos darle una alegría este viernes, mucho mejor. En eso estamos. Después de estos tres partidos veremos dónde están las posibilidades del equipo, pero independientemente de eso ganar el derbi es bonito para todos y da alegría a la afición porque este año lo está pasando mal y lo estamos pasando mal. Somos conscientes de la importancia del encuentro y de la situación que vivimos. Trataremos de sacar el partido adelante como sea".

Ganar el derbi daría "confianza y moral" para afrontar el futuro inmediato con más optimismo. Ni se le pasa por la cabeza la posibilidad de perder en Riazor ante el Celta, algo que sería especialmente duro teniendo en cuenta que tras el encuentro del viernes habrá un parón liguero por los compromisos de las selecciones nacionales. "

La expedición del Deportivo voló de regreso desde Barcelona ayer a primera hora de la mañana. Nada más aterrizar en Alvedro, los futbolistas subieron a un autobús para dirigirse al estadio de Riazor, donde realizaron un entrenamiento de recuperación.Aranzubia fue el único que no salió al césped. El meta riojano se quedó con finalmente con los fisioterapeutas.