El coraje y la buena actitud sobre el campo no alcanzaron al Celta para puntuar ante el Real Madrid, que paseó su buen momento en Balaídos y tiró de pegada para llevarse, no sin esfuerzo, un partido que hunde al grupo de Abel Resino en la penúltima plaza y convierte la inminente visita a Riazor en una cuestión de vida o muerte.

Al conjunto celeste le sobró frente al gigante blanco la motivación que le ha faltado demasiadas veces este curso contra rivales de su mismo pelaje. Puso determinación, osadía e intención en el juego aunque nuevamente le faltó fútbol y claridad en la finalización para ganar el partido. Como tantas veces últimamente, arrancó con fuerza, perdonó ocasiones claras, se fue diluyendo hasta que el adversario se adelantó en el marcador y reaccionó cuando se vio con el agua al cuello. De nuevo demasiado tarde.

El choque, pese a todo, deja algunas conclusiones interesantes: Andrés Túñez debe ser siempre titular (preferentemente junto a Demidov,), Pranjic puede ser un interesante complemento de Borja Oubiña en el medio campo, Augusto vive su momento más dulce desde que desembarcó en el Celta, y De Lucas, incomprensiblemente titular, no es ni la sombra del futbolista que era hace solo un par de meses.

un par de sorpresas

Abel arrancó con cuatro cambios con respecto al equipo que perdió en Sevilla. Sorprendió la ausencia de Bermejo y Orellana, relegados ayer el banquillo en beneficio de De Lucas (que no era titular desde su naufragio en Pamplona a pie cambiado y deambuló sobre el césped sin orden ni concierto) y Krohn-Dehli, de regreso en el once tras pagar penitencia en Sevilla y todavía en preocupante baja forma. Túñez, mientras, pasó de la grada al once para dar relevo a Cabral y jerarquía a la defensa, y Lago, ya restablecido de la gripe, recuperó su plaza en el lateral izquierdo.

En el Real Madrid, Mourinho desplegó un batiburrillo de titulares y suplentes: Essien, Albiol y Marcelo entraron en la zaga; Kedhira y Modric, el héroe de Manchester, formaron en el doble pivote y Callejón acompañó una tripleta atacante de lujo: Ozil, Cristiano y Benzema. El luso se dejó en el banquillo a tipos de tanto peso en el equipo blanco como Xabi Alonso, Higuaín o Arbeloa. Otros como Coentrao, Sergio Ramos o Varane, ni siquiera viajaron a Vigo.

abel, fiel a su propuesta

La peligrosidad y categoría del rival, que llegaba a Balaídos en su mejor momento del año, no intimidó a Resino, que se mantuvo fiel a sus preceptos: defensa adelantada, líneas compactas y agresividad sin el balón. Los celestes salieron al campo muy enchufados y protagonizaron quince minutos iniciales de gran intensidad, en los que pusieron en jaque al Madrid con cuatro peligrosas llegadas. Aspas, una vez más, estuvo en casi todas las salsas. Nada más arrancar el choque, Diego López, muy atento, detuvo un disparo un tanto forzado del moañés tras un inteligente servicio en profundidad de Jonny; casi a continuación, Augusto puso a prueba los reflejos del portero lucense con un tiro desde la frontal y antes de cumplirse el minuto 10 Aspas volvió a acariciar al gol con un disparo raso y cruzado que el meta blanco envió a córner con la punta de la manopla.

La mejor ocasión de los celestes, sin embargo, la protagonizó Álex López, que enganchó con una volea descomunal un centro desde la esquina obligando a Diego López a una gran parada. El peligro celeste se acabó diez minutos después, en el veinte de partido, con una falta botada por De Lucas que no acabó de coger rosca. Desde entonces y hasta el primer gol de Cristiano, el Madrid gobernó el partido.

aparece javi varas

El buen desempeño de la línea de achique a la hora de tirar el fuera de juego y sólido trabajo de Álex López y sobre todo Oubiña en la recuperación mantuvieron en pie al Celta, pero fue Javi Varas el que impidió que el Madrid despegase en el marcador. El portero sevillano se desquitó de su aciaga tarde en el Sánchez Pizjuán con un recital de paradas de todos los colores que impidieron a los blancos adelantarse en el marcador. Benzema, en cuatro ocasiones, Cristiano y Khedira pusieron a prueba sus reflejos

alonso mejora al madrid

El ingreso en el campo de Xabi Alonso en el segundo tiempo dio al Madrid el punto de fluidez que necesitaba para rematar el partido. Se adelantó no obstante el equipo blanco con un golpe de fortuna: un tiro ende Callejón que rechaza la defensa y le cae en el punto de penalti a Cristiano. Pan comido para el portugués, que se revuelve y no perdona. Reaccionó el Celta enseguida, para variar, con una gran jugada que abrió una puerta a la esperanza: Agusto la cocina y Aspas, con ciertos atrancos, remata en el cogollo del área un balón que, tras pegar en Pepe, despista a Diego López y se cuela al fondo de la red.

penalti y final loco

La balanza se inclinó definitivamente en favor del Madrid con un penalti forzado por Kaká (el único borrón de Varas en el partido) que transformó sin piedad Cristiano. El Celta reaccionó al golpe con arrojo y protagonizó algunos momentos de buen fútbol en un intercambio de golpes con el Madrid a pecho descubierto. En este último tramo el partido se descosió y el peligro viajó con velocidad de una a otra área. Park tuvo el empate con un testarazo a la madera tras un maravilloso centro de Pranjic y Marcelo e Higuaín, en dos ocasiones, perdonaron el tercero.