"Es como si te hablan de tu padre y de tu madre", describe Míchel Salgado. Los dos equipos de su vida se enfrentan hoy en Balaídos. Él relatará su conflicto sentimental desde Doha, como comentarista de Al JazeeraTV. Complicado elegir. Se hizo celtista a los cuatro años, cuando su padre lo llevó a ver un partido en Balaídos contra el Sabadell. Perteneció al club de los 12 a los 23. En el Real Madrid estuvo una década, con dos Champions entre otros logros. "Lo que sí digo es que el Real Madrid tiene menos necesidad. Aunque el Barça esté mal, será muy difícil alcanzarlo en Liga. Le basta con los encuentros en casa. Podría perder seis partidos y ganaría el título igual. El Celta, en cambio, está en situación crítica". Dicho queda, fácil de interpretar. "No creo que nadie se enfade", aventura.

Salgado ha seguido al punto la trayectoria céltica en la Liga, presenciando la mayoría de encuentros. Nada le sorprende. "Hablé con Paco Herrera en pretemporada. Sabíamos que iba a ser complicado. El Celta tiene como primera prioridad salvar el tema económico y después el deportivo. Catorce jugadores debutaban en Primera División".

Considera que faltó mayor exigencia en el arranque. "Esa justificación del "qué bien jugamos, qué bien combinamos" es muy peligrosa. La excusa se ha vuelto en contra del equipo. Cuando se han visto abajo, jugando bien y sin puntuar, ya no han sabido a qué jugar. Otros como Valladolid y Osasuna sí lo sabían. En Primera hay que jugar para puntuar. Pero aún estamos a tiempo".

Consciente de que "ahora vienen tres partidos difíciles", es optimista. "El Real Madrid vendrá algo relajado; el derbi será durísimo, pero se puede puntuar; el Barça resultará complicado. En todo caso, Abel lo tiene muy claro. Ya se vio ante el Granada. Mal juego, gol de churro, pero tres puntos".

Parece que le agrada Abel, aunque le duela la destitución de Herrera. "El entrenador siempre paga los platos rotos pero Paco hizo un trabajo maravilloso. Todos los celtistas le estamos agradecidos. Deja al equipo en Primera y con canteranos en el equipo. La situación actual no es ninguna sorpresa. Todos sabíamos que habría que sufrir hasta el último minuto. Es el momento de estar unidos".

El análisis táctico del duelo de hoy le resulta sencillo a Salgado: "Todos lo tenemos claro, lo sabe todo el mundo. Si el Real Madrid corre y tiene espacios, te liquida en diez minutos. En cambio, sufre para crear, aunque te pueda ganar por la calidad que poseen sus jugadores. Es un partido para darles el balón y contragolpear. Tal y como está el Celta, no es para jugar abierto. Abel habrá tomado nota".