El pabellón de Navia vistió sus mejores galas para la despedida de la temporada del Celta Selmark. Una temporada que se cerró en Vigo con una victoria ante un Abda Avilés que no fue un mero espectador y que obligó a las viguesas a esforzarse al máximo para hacerse con el triunfo.

Los dos equipos tuvieron problemas con el tiro en los primeros minutos de juego, aunque hubo un factor que también influyó en el desarrollo del cuarto, y no fue otro que las faltas personales, ya que en los primeros diez minutos de juego los árbitros le señalaron siete faltas al Celta Selmark y ninguna al Adba, con lo que las asturianas fueron ocho veces a la línea de tiros libres y ninguna las viguesas.

Pese a eso el equipo de Colinas no tardó en centrarse y con su juego interior consiguió mantenerse por delante llegándose al final del cuarto con tres puntos de ventaja, 17-14.

En el segundo parcial el Adba mejoró en el tiro, y al poco de iniciarse el cuarto conseguía ponerse por delante en el marcador. El cuadro vigués tenía problemas en el tiro y de esa circunstancia se aprovechaba el cuadro asturiano, que seguía teniendo ventaja desde la línea de tiros libres.

Carlos Colinas se vio obligado a solicitar un tiempo muerto mediado el cuarto. El equipo estaba atenazado, el balón no circulaba bien y el Adba lo aprovechó para ponerse por delante y abrir una pequeña brecha en el marcador. El Celta Selmark intercambiaba la defensa individual y la zona, pero ni de esa forma era capaz de frenar el juego interior de las asturianas, que les estaba haciendo mucho daño.

El gran problema del Celta Selmark era no ser capaz de frenar a Anna Boleda. La asturiana anotó al descanso dieciocho de los treinta y cuatro puntos que anotó su equipo, además de atrapar ocho rebotes.

El tercer cuarto comenzó con un Celta Selmark mucho más metido. Desde el primer momento las célticas se instalaron en zona y eso dificultó el juego de las asturianas, que tuvieron muchos problemas en el tiro, anotando tan sólo cuatro puntos en los primeros cinco minutos de partido. La zona viguesa le permitió a las de Colinas salir rápidamente a la contra, y así en esos primeros cinco minutos de partido consiguieron darle la vuelta al marcador y se pusieron por delante con dos puntos de ventaja, 40-38. Yolanda Mijares, entrenadora de Avilés, se vio obligada a solicitar un tiempo muerto para deshacer el entuerto.

Curiosamente, el tiempo muerto no benefició al equipo que lo solicitó el Adba, sino que fueron las viguesas las que le sacaron mejor provecho. La defensa en zona y una presión a la salida del balón, permitió al cuadro vigueses hacer un parcial de 18-0 que hizo que del 33-38 a un 51-38 a dos minutos para llegar al final del tercer cuarto. Parecía una buen diferencia, pero las viguesas todavía se acordaban de lo sucedido en la primera vuelta en Avilés, cuando le remontaron diecinueve puntos de diferencia.

El Celta Selmark estaba haciendo bien los deberes, ya que además de secar la capacidad anotadora de las asturianas, habían conseguido frenar a Boleda, que en el tercer cuarto no consiguió anotar ni un solo punto.

Así, el cuadro vigués inició el cuarto con once puntos de ventaja en el marcador y con las mismas sensaciones y confianza que había mostrado en los diez minutos posteriores al descanso. El equipo vigués hacía ataques largos agotando las posesiones, mientras que en defensa se mantenían en zona cortando las vías de pase

En los minutos finales del encuentro, la importancia fue para el basketaverage y la posibilidad de conseguir una victoria con valor doble. El Abda apretó y se puso a siete puntos a tres minutos para el final. Lo importante para las asturianas era defender los cuatro puntos de ventaja que habían conseguido en la primera vuelta. Un triple de Diatta devolvió a las viguesas a los diez puntos de diferencia, 69-59, a dos minutos para la conclusión del encuentro y convirtió en un trámite el final del partido, la despedida de las viguesas de su público este año.