A sus 34 años Kobe Bryant vive uno de los mejores momentos de su carrera en la NBA y lo volvió a demostrar con tres triples que forzaron la prórroga y un mate escandaloso en la jugada que prácticamente decidió el choque frente a Toronto Raptors (118-116).

Bryant registró 41 puntos y 12 asistencias (también 9 pérdidas de balón) y Dwight Howard aportó 24 tantos y 13 rebotes. Por parte de los canadienses destacó sobremanera DeMar DeRozan con 28 puntos. Toronto ha perdido 10 encuentros consecutivos frente a los Lakers en el Staples Center. No ganan como visitantes a los angelinos desde diciembre de 2001.

Los Lakers se colocan a medio partido de Utah Jazz, equipo que ostenta la octava plaza en el Oeste, la última que da acceso a disputar los playoffs.

A pesar de un inicio igualado y agresivo por parte de ambas escuadras, el majestuoso acierto en el tiro de los visitantes, especialmente gracias a Gay y DeRozan, puso por delante a los Raptors con una cómoda renta al término del primer cuarto (25-37).

Toronto anotaba el 73,9 por ciento de sus lanzamientos a canasta.

Apenas dos días después de su gran remontada en Nueva Orleans, culminada con victoria donde después de ir perdiendo de 25, los Lakers afrontaban otra situación delicada, máxime tras conocer que Utah había perdido minutos antes en Chicago.

Bryant, errático al comienzo, activó el modo asistente -seis pases de canasta en el primer periodo-, faceta de la que se beneficiaban sobre todo World Peace y Howard, y el banquillo californiano, con Antawn Jamison como estilete, se puso el mono de trabajo al tiempo que se conocía la baja de Andrea Bargnani para el resto del partido por un fuerte golpe en el codo.

Intensidad defensiva

Los Lakers, tras ir 15 abajo (29-44), reaccionaron poco a poco para salvar la situación. Incrementaron la intensidad en defensa y Howard, que abusó de Aaron Gray, fue ganando protagonismo bajo aros, aunque los de Dwane Casey se mantenían por delante merced a la titánica labor de reservas como John Lucas y Alan Anderson.

Sendos mates de Bryant y Howard redujeron la brecha y ayudaron a dejar el déficit en 6 puntos al descanso (53-59) tras un rebote ofensivo convertido por Peace.

Steve Nash, prácticamente inadvertido en la primera parte, despertó tras el paso por vestuarios y con ocho puntos consecutivos -dos triples y dos tiros libres- activó el ataque local a pesar de nuevos altibajos (65-78, con una magnífica actuación del nacido en Compton DeRozan, disfrutando en su regreso a California tras su paso por USC).

La reacción real llegó de la mano de Bryant, autor de dos triples consecutivos y un mate furibundo que espolearon a la afición y contagiaron a sus compañeros (78-83) al filo del comienzo del último cuarto.

Toronto aguantaba estoicamente. La energía de Gay y DeRozan no bajaba un ápice y ponía nervioso a Bryant. El jugador, que reposaba en el banquillo, se levantó y pidió el cambio deseando acabar de una vez por todas con la incertidumbre. Regresó a pista a falta de 9 minutos para el final y, a pesar del dos contra uno continuo que recibía por parte de los Raptors, lograba dar con la jugada adecuada en los instantes clave.

Con 99-105 y superado el factor "Hack a Dwight" (hacer faltas adrede a Howard para que el pívot acuda a la línea de tiros libres), Bryant anotó dos triples increíbles (106-107) y Kyle Lowry dio aire a los suyos desde la personal a alta de 8,4 segundos (106-109).

Entonces el número 24 recibió el balón de inmediato desde la banda derecha y anotó otro triple celestial que mandó el choque a la prórroga tras un fallo de Gay.

En el tiempo extra, la igualdad y la tensión se mantuvieron. Nash anotó un triple (115-115) y tras un fallo de Gay, Bryant puso su sello personal al partido con un mate que pone en duda cualquier noción sobre el espacio-tiempo.