Ricky Rubio no pudo evitar la derrota de los Minnesota Timberwolves ante los Miami Heat (81-97). Volvió a brillar el base catalán, que tuvo que retirarse al vestuario al final del tercer cuarto por molestias en la rodilla, aunque finalmente la alarma quedó en nada y pudo volver a saltar a la cancha, acabando con 14 puntos, ocho asistencias, seis robos y cinco rebotes en 39 minutos.