El Lugo ha sumado una derrota dolorosa en su visita a Miranda tras encajar un gol en el último minuto de descuento del partido.

Arrancó el partido el Lugo con mayor intensidad, buscando el control del juego e intentando combinar, pero casi siempre muy lejos de la zona de peligro.

El Mirandés, bien cerrado y con las líneas muy juntas, se limitó a esperar al Lugo, presionar la salida del balón y buscar el contraataque con balones largos a Díaz de Cerio y Alain.

Casi sin darse cuenta, ambos equipos superaron el ecuador de la primera parte sin haber ofrecido mucho. Si acaso, tímidas internadas de Tonetto por parte del Lugo y una ocasión de Díaz de Cerio a la media vuelta en el minuto 10 que salió afuera sin apenas inquietar a Yoel.

A partir de ahí, el Mirandés intentó dar un paso al frente y cambió las tornas. El conjunto gallego cedió la pelota y los locales fueron acercándose con mayor claridad a la portería lucense, pero sus internadas apenas crearon peligro.

Tras el descanso continuó el tedio. Aunque era el Mirandés el que llevaba las riendas del juego, sus acercamientos al área rival se podían contar con los dedos de una mano, y siempre sin peligro.

El Lugo, por su parte, se vio obligado a jugar en largo ante la presión local, y tan sólo Óscar Díaz tuvo en sus botas la posibilidad de cambiar el signo del partido con un disparo desde fuera del área, en el minuto 52, que fue bien atajado por Goitia.

Poco a poco, el partido se fue animando y el conjunto burgalés empezó a generar peligro. Primero lo intentó Díaz de Cerio, pero su disparo desde el borde del área fue interceptado por Yoel que, con una espectacular estirada evitó el primer gol. Esa fue la primera.

Ya en el 74, el árbitro anuló un gol de Alain por fuera de juego y diez minutos después, el portero del Lugo volvía a salvar a su equipo desviando lo justo una vaselina de Alain.

A la salida del ese córner, Yoel, que ya era el mejor de los gallegos, atrapó un buen remate de cabeza de Javi Soria.

Se avecinaban unos últimos minutos intensos y no defraudaron. Cuando el partido moría, el Lugo cometió una falta a treinta metros de la portería que a la postre sería determinante.

Rúper, que acababa de salir al terreno de juego de Anduva, la puso en la escuadra muy lejos del alcance de Yoel, y certificó una victoria que permite al Mirandés seguir soñando con la salvación y que obliga al Lugo a seguir peleando en la zona media de la clasificación.