El Barbadás, que tenía la victoria en el bolsillo, se vio perjudicado por la decisión del colegiado catalán al señalar en el tiempo complementario un penalti al considerar que Nacho Currás se había llevado el balón con la mano, algo que no había sucedido y que supuso el gol del empate.

En la primera mitad ya le había señalado otro penalti en el minuto 36, que se encargo de lanzarlo Louro y lo paró el portero Berto. Al final los jugadores le protestaron al colegiado catalán lo mismo que los aficionados.