El Celta descartó la contratación de Salva Ballesta como segundo entrenador de Abel Resino después de que el nombre del exdelantero surgiese en la negociación que el nuevo técnico del club vigués mantenía con los dirigentes en Madrid.

Resino, que llega al Celta con su propio equipo de colaboradores, propuso varios nombres como segundo entre los que se encontraban Salva Ballesta o Jon Andoni Goicoechea. El club vigués descartó al exdelantero consciente de que su llegada supondría un problema muy serio con parte de sus aficionados. De hecho, el rumor de que Salva podía llegar al Celta incendió ayer por la mañana las redes sociales ya que buena parte de los seguidores del club vigués -los "Celtarras" se manifestaron de un modo más evidente- mostraron de forma enérgica desde el primer momento su oposición a la llegada del exfutbolista. También en la sede de Plaza de España se recibieron un buen número de llamadas de hinchas de forma individual y peñas de modo colectivo mostrando su rechazo al hipotético fichaje de Salva.

Durante la jornada Salva Ballesta, que hizo una gira por buena parte de los medios de comunicación nacionales- se convirtió en uno de los protagonistas del día ya que el delantero acusó al Celta de haber tomado esa decisión por cuestiones ideológicas. Ballesta explicó ayer que el presidente del club, Carlos Mouriño, y el propio Abel Resino le habían llamado para hacerle ver que no podía acompañarle al Celta por la "oposición de un pequeño grupo de aficionados del equipo. Estaba en la carretera camino de Vigo y tuve que dar la vuelta". Por otra parte, Ballesta afirmó que no culpaba de lo ocurrido al nuevo técnico de la entidad gallega, Abel Resino. "No puedo decir que esté decepcionado con Abel. Le agradezco hasta hoy -por ayer a las 13.00 horas la confianza que ha tenido en mí. Lo que ha pasado después es cosa suya, ha aceptado su contrato y ya está. Yo, personalmente, si me pongo a negociar en una mesa y mi segundo no firma, yo tampoco firmo", manifestó.

Ballesta siempre ha generado polémica cuando ha tenido que opinar de política. Suyas fueron las manifestaciones en las que proponía "enviar el Ejército para arreglar el problema del País Vasco", su desprecio a los nacionalismos, su interés por conocer al Coronel Tejero, a los pilotos de caza alemanes en la Segunda Guerra Mundial e incluso llegó a decir que Oleguer Presas le merecía el mismo respeto que una "caca de perro". Estos son algunas de las razones que han provocado su "enemistad" con buena parte de la afición viguesa.