Paco Herrera llegaba puntual a la cita. El ya extécnico del Celta decidió convocar una rueda de prensa a las 18:30 horas. Estaba respaldado por sus dos hombres de confianza, Ángel Rodríguez -su segundo- y Fran Albert -el preparador físico-.

El pacense declaró que estaba emocionado. "Estoy llorando por dentro", señalaba. Quizás el celtismo se encuentre en el mismo estado que el extécnico del equipo vigués. Recordó sus casi tres temporadas en el Celta. Agradeció a todos esta etapa al frente del banquillo celeste. "Tengo mucho cariño por este club. Todo es agradecimiento".

El preparador pacense llevaba preparado el discurso. No quería olvidarse de nada ni de nadie. Comenzó por su familia, que era conocedora de lo bien que se sentía Herrera en la ciudad olívica. Prosiguió con una afición que no ha parado de animar en los últimos tiempos. Recordó sus viajes de noche, su calor en todos los partidos, incluidos los últimos, cuando el Celta cayó a los puestos de descenso.

La emoción aumentaba a medida que transcurría la rueda de prensa. Continuaron los agradecimientos. No se olvidó del consejo. Tampoco del presidente Carlos Mouriño. También recordó a los que hasta ayer fueron sus pupilos. De esa cantera que llevó a la élite del fútbol español. Por último, se despidió señalando que le hubiera gustado sacar más rendimiento, luchar hasta el final. Sin embargo, los resultados habían puesto punto y final a su etapa al frente del Celta. Se iba sin rencores. "Nadie ha tenido la culpa. Ahora queda confiar en que el nuevo entrenador va a hacer lo que yo pensaba que era capaz de hacer", apuntaba el extremeño.

Paco Herrera pronunciaba su última rueda de prensa en Vigo señalando que todavía estará unos días más por la ciudad olívica. "Ahora soy un socio más del Celta. Gracias y aúpa Celta", finalizaba el técnico extremeño.