El rendimiento de Iago Aspas centró la comparecencia de Paco Herrera ayer en Getafe. "En lo últimos siete partidos Aspas no ha hecho ninguna ocasión de gol. Creo que entre todos le hemos hecho mucho daño, le habéis hecho mucho daño. Desde hace varios partidos no es el jugador que yo he tenido durante dos años", sentenció el preparador celeste cuando se le preguntó por qué había cambiado al moañés. El técnico justificó su decisión como un toque de atención hacia su goleador. "Lo que pretendo es precisamente eso, que se dé cuenta de que tiene que ser él. Cuando insistes e insistes, la única solución que te queda es que descanse y que se dé cuenta de que no está", explicó. Y añadió: "Esas decisiones son muy difíciles porque todo se vuelve en tu contra, pero mi objetivo es que haga cosas para el equipo, efectivas, no cosas bonitas, y la única manera, después de tocar todas las teclas, es tomar la decisión de sentarle".

Paco Herrera defendió su implicación con Aspas. "Si alguien ha peleado y trabajado por ese muchacho he sido yo. Desde hace semanas, por desgracia, no es el mismo. El equipo y yo lo necesitamos. Ha pasado de hacer ocho goles a llevar seis semanas sin tener la posibilidad de ninguno", dijo. "Mientras yo esté aquí, lo que pretendo es que sea titular. Por eso tomé la decisión de quitarlo. Lo quito porque lo necesito, y necesito que él se dé cuenta de esto", precisó.

El entrenador del Celta apuntó las causas del bajón en el rendimiento de Aspas en las últimas jornadas y habló directamente de que el futbolista parecía más centrado en su futuro que en el equipo. "Hay que saber digerir ciertas situación. A veces es difícil. En la semana en que hubo una movida con él, con la súper oferta de Inglaterra, de si se iba o no se iba, mi preocupación era saber si iba a saber digerir eso. Llevo muchos años y sé cómo funciona esto. Por eso en un momento dado llegué a quitarle quince minutos en un partido, porque no estaba y quería recuperarlo, y me mataron por eso, pero el chico ya no estaba en el partido", apuntó. Y subrayó: "Está en una nube, no está en la tierra, no está con el equipo. En una jugada hace un túnel y un control, pero todo se queda ahí. Eso no es fútbol. Hay que completar ese fútbol, terminarlo. Mi trabajo es recuperarlo. A lo mejor no tendría que dar estas explicaciones porque tiene que llevarlo por dentro. A lo mejor lo hago para que él se dé cuenta de que el equipo le necesita".

El técnico finalmente, reconoció que su cargo está en el aire. "Es algo que no puedo ni debo de preocuparme porque le estaría quitando tiempo a mi otro trabajo. Hay jugadores que están muy tocados. No puedo perder el tiempo en ese tipo de cosas. Lo que tenga que suceder, sucederá. Mi única obsesión, mi único trabajo es darle la vuelta a la situación. Si tengo tiempo, no lo sé, ni quiero preocuparme de eso", declaró.