Armstrong asegura a Cyclingnews que su generación "no es diferente de cualquier otra" y que ninguna "ha sido ejemplo de limpieza". En la primera entrevista que concede después de su confesión en el programa de Oprah Winfrey, Armstrong asegura que "las 'ayudas' han evolucionado con los años, pero el ciclismo es un deporte durísimo y durante cien años se han hecho trampas. Desde subirse a los trenes hace un siglo hasta la EPO de ahora".

"Ninguna generación ha sido ejemplo de limpieza: ni la de Merckx, ni la de Hinault, ni la de LeMond, ni la de Coppi, ni la de Gimondi, ni la de Indurain, ni la de Anquetil, ni la de Bartali, ni la mía", añade. El estadounidense propone una 'comisión de la verdad y de la reconciliación' como "único camino" para salvar el deporte y pide que sea creada por la Agencia Mundial Antidopaje porque el ciclismo "es un deporte global, no americano".

"Aunque yo estoy bajo los focos, no se trata de un hombre, un equipo o un director. Se trata del ciclismo y, para ser sinceros, de todos los deportes de resistencia. El linchamiento público de una persona no solucionará el problema", comenta. Preguntado si está a favor de que esa comisión facilitara una amnistía completa, Armstrong dice que "de otra manera nadie hablaría" y opina que deberían ser citados para testificar ciclistas de todas las épocas. "Suena ambicioso, pero las autoridades han demostrado que, en lo que respecta al ciclismo, nada está prescrito", dice.

El excorredor subraya que la UCI no debería participar en ese proceso y asegura que su presidente, Pat McQuaid, no quiso oír hablar de ello cuando se lo planteó "hace muchos meses". "Pat sólo quiere salvar su culo. Es patético", señala.

Por otra parte, la Agencia Antidopaje de Luxemburgo anunció ayer una sanción de un año a Frank Schleck por su positivo por el diurético Xipamide durante el Tour de Francia. Los doce meses de sanción empiezan a contar desde el 14 de julio de 2012.