Hasta el 1 de enero de 2010, España era casi un paraíso fiscal para los futbolistas extranjeros. Gracias a una ley de 2006, aquellos con unos ingresos superiores a 600.000 euros solo tributaban un 24 por ciento, casi veinte puntos menos que los españoles y los que jugaban en otras grandes ligas, como la inglesa, alemana e italiana. Con la derogación de la citada norma, conocida como 'Ley Beckham' al coincidir con la llegada del jugador inglés al Madrid, los extranjeros han pasado a cotizar el 43 por ciento. Así se explica la ruptura de negociaciones entre el Madrid y el Milan por la cesión del brasileño Kaká. "Hay que preguntarse si es normal que en un país se pague el 24 por ciento y en otro el 47-48". La reflexión del consejero delegado del Milan, Adriano Galliani, encerraba la clave de la llegada de los futbolistas más cotizados en los últimos años de la pasada década. El artículo 93 de la Ley 35/2006 permitía a los trabajadores extranjeros tributar a un tipo 19 puntos inferior. El objetivo era permitir a las empresas españolas contratar a personal cualificado de otros países ahorrándose una parte de su sueldo, que correría a cargo del Estado. Y los clubes lo utilizaron. Pero estos beneficios se acabaron el 1 de enero de 2010, cuando se derogó la 'Ley Beckham' y los futbolistas volvieron a tributar el 43 por ciento, que pasó a ser el 52 el año pasado.

De esta forma, si Kaká se hubiese marchado al Milan, a su vuelta Hacienda se llevaría más de la mitad de su ficha, que es de 10,2 millones de euros brutos, aunque el contrato establece el Madrid se haría responsable de todos los impuestos de las negociaciones.