El Celta empieza a no tener consuelo al que agarrarse. Hace unas semanas en casi todas las derrotas le quebada el sedante del buen juego, del desparpajo mostrado. Eso permitía al aficionado irse a la cama con cierta sensación de confianza en el futuro. "Perdemos, pero jugando así no tardarán en llegar las victorias" se repetía con insistencia, seguros de que había un mañana mejor. Sin embargo, al Celta le empieza a suceder lo habitual en estos casos. Que cuando no llegan los resultados uno comienza a jugar cada vez peor. Lejos de mejorar desde el juego, se empeora desde los resultados. El Celta es ahora mismo mucho peor equipo que el que apareció en la categoría hace unos meses, lo que empieza a ser preocupante. Fuera de Vigo el equipo se ha enquistado, se han multiplicado los errores groseros como el que ayer provocó el gol del Espanyol, ha crecido la desconfianza y el grupo vive pendiente de uno de los pocos jugadores que demuestra tener una personalidad por encima de la media: Iago Aspas. Se ha transformado en el "hombre orquesta". A él miran sus compañeros con la desesperación de quien se ve arrastrado por la corriente. Ayer Cornellá ofreció un ejemplo evidente de la situación que viven el conjunto de Balaídos. Los de Paco Herrera fueron un equipo casi inerte al que solo le subían las pulsaciones cuando Aspas entraba en contacto con la pelota. Eso lo saben los rivales que le han cogido la matrícula al Celta de forma evidente. Tapan a Aspas, el "ataque unicelular", le cosen a faltas, le hacen permanentemente "dos contra uno" y el chaval termina desesperado y asumiendo funciones que no debe.Y el rival tranquilo porque el resto del equipo no le hace ningún daño. Ese fue el Celta de Cornellá.

Los regalos

El Celta tiene motivos evidentes para sentirse frustrado por la derrota ante un equipo que no demostró tener nada más que ellos. Ocurrió también en Bilbao. El Espanyol simplemente se aprovechó de los regalos -groseros la mayoría de ellos- que cometió el Celta en zonas del campo muy comprometidas. Fallos en la entrega incomprensibles, en los controles, en la salida del balón. Afectó a casi todo el mundo: a Cabral, Roberto Lago, Oubiña, Demidov, Khron-Delhi...en uno de ellos Stuani se encontró una autopista para servir el gol en bandeja a Sergio García. Eso es todo lo que hizo el Espanyol. Eso y cabecear algún balón parado. Así se ganan los partidos en Primera y así se pierden.

personalidad

Preocupante asunto en el Celta y que fuera de casa convierte al equipo en muy poca. No es casual que los vigueses hayan ganado solo tres de los treinta puntos que ha disputado lejos de Balaídos. Da la sensación a veces de ser un equipo al que le cuesta ser un equipo enérgico desde el pitido inicial y también cuando recibe un golpe. Es un déficit que se intuía pero que resulta doloroso. En casa, empujado por su gente, parecen otros. Y ya va siendo hora de que den ese pasito lejos de su estadio.

Jonny

La gran noticia del día. En una semana en la que el Celta ha recibido el mazazo de quedarse sin Hugo Mallo, la respuesta ofrecida por el joven Jonny es la mejor conclusión de la visita a Cornellá. El defensa, que viene de jugar los domingos en Barreiro, irrumpió en el estadio "perico" como quien lleva un par de temporadas en Primera División. Intenso desde el pitido inicial, seguro en la entrega, sin complicarse, subiendo cuando podía. El Celta da la impresión de que puede estar tranquilo ante la tragedia que ha supuesto la lesión de Mallo. Hay que tener tranquilidad con él porque la temporada es larga, pero parece que ese agujero va a taparlo con solvencia.

demidov

Debutó la última incorporación del Celta. Tuvo apariciones bastante convincentes aunque también se unió a la fiesta del regalo grosero que ayer organizó el equipo. De todos modos, no fue lo peor del Celta y ofreció la sensación de que podría aportar cosas interesantes. Incluso una de las ocasiones más claras del equipo la tuvo él en un cabezazo.

El banquillo

Herrera echó mano en el segundo tiempo de lo que tenía en el banquillo y la verdad es que no cambiaron gran cosa. De Lucas puso un poco de empeño, pero de Toni y Park apenas hubo noticia alguna. La diferencia entre los que juegan y no es cada vez más grande.

primera vuelta

Termina el Celta con 18 puntos. Cosecha muy escasa teniendo en cuenta que hay que estar en más de cuarenta para salvarse. En la segunda vuelta los rivales corren y puntúan mucho más. Hay tiempo, pero también hay que tomar decisiones.