"Tenía ganas de expresar toda mi rabia porque no he pasado un buen mes", dijo con la voz entrecortada Ester Navarrete. Las lágrimas asomaban en su rostro tras cruzar la meta: "Estoy muy emocionada por haber ganado. Es una sensación increíble. Nunca pensé que podía ganar la carrera de mi ciudad y estoy muy contenta conmigo y con toda la gente que me apoya".

La atleta céltica confesó que su triunfo "es un golpe de rabia, de mucha rabia", en relación a su reciente exclusión de la convocatoria para competir en el Europeo de campo a través en Budapest. "Ganar esta carrera significa mucho más que un Europeo. Esto es estar con tu familia, con tu gente y en tu ciudad. El Europeo es algo importante, pero ésta es una experiencia única", indicaba la viguesa. Aún así, dijo que su triunfo no era ningún "recado para la Federación": "Es un recado para la gente que me quiere y que me apoya día a día".

"Es el primer año que no paso frío, pero es una carrera llana, rápida y ligera. Mis compañeras no están ahora en su mejor pico y yo sí. Estoy como una moto", bromeaba. Ahora Navarrete ya piensa en el cross. "Quiero correr el campeonato de España y por equipos, si luego cae algo de pista cubierta, pues estaría genial".