El Barcelona es una apisonadora. El cuadro azulgrana revalidó ayer en Vigo su título en la Copa Asobal de balonmano y cierra el año invicto, con 26 victorias.

Se impuso la lógica en As Travesas en una final entre dos colosos. Pero el Barcelona tardó en tomar las riendas del partido. No fue hasta la segunda parte cuando cimentó su victoria ante un Atlético que llevó la iniciativa en la primera parte y que acabó desquiciado y desnortado tras la roja que recibió su técnico Talant Dujshebaev en el min. 46.

El Atlético inició el partido con la intención de no pasar los apuros que había sufrido en la semifinal ante el Naturhouse. La magistral actuación de Dahl y la primera exclusión de Noddesbo (min. 3) fueron cruciales para que el Atlético se pusiera con cuatro goles de ventaja. El Barça, por su parte, estaba atascado y sumó casi cinco minutos sin marcar. Tal era su colapso que no conseguía culminar ninguna jugada de ataque.

Un golazo de mago de Aguinagalde puso As Travesas en pie. Al técnico del Barcelona, Xavier Pascual, 'Pasqui', no le gustaba nada lo que estaba viendo.

El Atlético pudo contar con Balic en esta final y su imagen mejoró sensiblemente respecto a la semifinal del sábado. Tanto que hizo que el Barça tardara más de la cuenta en carburar.

Sarmiento puso fin a una sequía de los de 'Pasqui' de casi cinco minutos. Dos goles consecutivos de Noddesbo ayudaron a cortar distancias.

Balic iniciaba las protestas contra el dúo arbitral. Dujshebaev trataba de aplacar su ira porque no quería una exclusión inoportuna que pudiera echar por tierra una ventaja de cuatro goles.

La batalla era titánica. Un zurdazo de Víctor Tomás puso el 9-8 en el min. 19. Empezaba el Barça a salir de su letargo inicial. La igualada llegó con un tanto de Entrerríos poco después. El duelo volvía al punto de partida.

Se desesperaba Dujshebaev al ver que todo lo que había conseguido hasta ahora se difuminaba. La exclusión de dos minutos a Noddesbo volvía a darle la oportunidad de abrir una nueva brecha. Markussen no perdonó y estableció el 11-10 en el min. 23. El Barça apretaba los dientes para minimizar los daños de la inferioridad. Pero otra vez Noddesbo ponía un 12-11 que inquietaba al técnico del Atlético. Con Stranovsky fuera de combate, el cuadro de 'Pasqui' buscaba algún resquicio por el que colar el balón. Fue Juanín García el que puso el 12-12.

El tanto de Romero no sirvió para que el Atlético llegara tranquilo al descanso porque Noddesbo volvía a marcar tras una jugada trabada de la que sacó petróleo ante las airadas protestas de Talant, que empezaba ya a perder la calma.

El 13-13 con el que se inició la segunda parte hacía presagiar otro pulso de máxima tensión. Pero el Barcelona pisó el acelerador para ahogar al Atlético. Con la exclusión de Barachet el cuadro colchonero atacó con Kallman como portero jugador para romper el 14-14, pero Saric estuvo colosal y Víctor Tomás afinó su puntería para poner al Barça por delante en el min. 34 (14-15). Pasqui pedía calma. Le gusta al Barça cocinar a fuego lento. Ir devorando a su presa poco a poco. Maduró su triunfo el Barcelona con el temple de un gran campeón.

Los papeles se intercambiaron tras el descanso y ahora era el conjunto azulgrana el que azotaba la portería rival. Juanín García y Víctor Tomás lideraron la revolución azulgrana al contragolpe.

A poco que se descuidó el Atlético, el Barcelona ya le sacaba una ventaja de seis goles (14-20, min. 39). Se había desatado la furia azulgrana y pararla iba a ser una misión imposible para los colchoneros.

Una gran parada de Saric a Aguinagalde alimentaba al gigante. El portero del Barça estaba en racha. Llegaba a casi todo. El apagón del Atlético concluyó con un gol de Barachet, pero la exclusión de Jurkiewicz permitía al Barcelona dar otra dentellada a su rival. Raúl Entrerríos, con la puerta vacía asestaba un golpe que empezaba a sacar al Atlético de sus casillas.

La exclusión de Balic desató la ira de Dujshebaev. Sus protestas hacia los colegiados le costaron la roja directa. Fuera de sí, entró el técnico en la cancha para recriminar a los árbitros su actuación. Hasta intentó, sin éxito, que sus jugadores abandonasen el Central. Ahí se hundió definitivamente el Atlético, desquiciado y sin hoja de ruta para intentar la remontada. Un parcial de 0-4 le daba la estocada final.

Quedaban diez minutos de angustia para el Atlético, incapaz de frenar la sangría. Ocho goles de ventaja (que fue la máxima renta) llegó a acumular el Barcelona (19-27). La Copa ya tenía dueño, el Barça, que suma su octavo título en este torneo y que cierra un año redondo.