En una noche indolvidable, con un partido perfecto, el Celta ninguneó al todopoderoso Real Madrid en una noche inolvidable en la que el conjunto de Herrera puso Balaídos a sus pies. Mágica jornada de fútbol en el estadio vigués, que revivió sus mejores galas y llega al segundo asalto en franca ventaja. El Bernabéu dictará sentencia.

el once de la copa

Herrera formó con el once de la Copa,el mismo que remontó de forma heroica contra el Almería. Túñez no tuvo finalmente descanso y Bermejo repitió como enganche con los dos puntas (Aspas y Park) en lugar de Insa. Mourinho tampoco se dejó gran cosa en el tintero. Sorprendió con Carvalho, que hizo tándem con Pepe y Varane formó como lateral zurdo; Alonso y Essien en el doble pivote, Modric en la media punta y arriba, a modo de tridente, toda la tralla: Di María, Benzema y Cristiano. Con tales mimbres se enzarzaron ambos equipos en un calculado intercambio de golpes, como dos púgiles que se tantean, bien guarecidos, sin exponer demasiado en busca de una mano ganadora. Di María y más tarde Cristiano probaron a Sergio desde la larga distancia y el Celta, que explotó con brillantez las bandas, amagó con un par de buenos contragolpes lanzados por Aspas, un puñal, que Park, libre de marca, malbarató.

pesadilla a balón parado

Es un hecho constantado que el Madrid sufre esta temporada a balón parado. El Celta, un equipo que no brilla precisamente por el juego de estrategia, le generó verdaderos quebraderos de cabeza al grupo de Mourinho, desde la esquina y con el partido y el campo ya claramente inclinado a su favor. Bermejo y Park rondaron el gol con Balaídos completamente entregado al "fútbol de salón" del Celta. La campana del descanso salvó a los blancos.

La inútil baza de özil

Mourinho, que ya había sustituido en el primer tiempo al lesionado Benzema por Callejón, jugó tras el intervalo la baza de Özil. En vano porque el balón y fútbol fue celeste. Liderado en el medio por un sensacional Oubiña, el Celta ninguneó al Madrid, gobernó sin apuros el partido y remató la faena en una soberbia acción de Krhon-Dehli, que tras quebrar a su marcador encontró a Bermejo en el palo largo.

baile, pausa y leve decepción

El gol celeste no llegó a despertar del Madrid. Amagó con Cristiano, pero la defensa se mantuvo firme y el Celta, a lo suyo, danzó con la pelota, ahora con pausa, ahora con velocidad con Balaídos rendido a sus pies. Herrera atacó con De Lucas, pero fue Bustos, al que el técnico sacó para aguantar, el que sentenció con un segundo gol de bandera. Infelizmente, con el pescado casi vendido, apareció Alonso para encontrar, al borde del fuera de juego, a Cristiano.