El Vigo cae ante el Ibiza en un resultado predecible. Era complicado el encuentro para los vigueses. Se enfrentaban el quinto clasificado y el noveno. Las dificultades se acrecentaron porque el conjunto local pareció entregar el partido desde el comienzo. El resultado se antoja totalmente justo ante la actitud local y especialmente el gran número de errores cometidos por los hombres importantes de la escuadra. Imprecisiones a las que acabaría sumándose el Ibiza para mitigar algo la dureza de los parciales.

Ya comenzó el encuentro con una importante diferencia en el marcador, pues se llega al primer tiempo técnico con una diferencia de cuatro puntos (4-8), que se verían incrementados en el segundo tiempo técnico en dos más (10-16). Esta gran diferencia le dio mucha tranquilidad a los jugadores del entrenador visitante, Corano, para proseguir hasta la finalización del set con excesiva comodidad.

El segundo set comenzó igual que el anterior, ya que los visitantes se pusieron rápidamente por delante tres puntos (2-5), pero con el saque de Oscar Gómez se llegó a empatar a siete. Un espejismo ya que nuevamente los errores de los locales dieron alas a los visitantes, que se marcharon en el marcador con los mismos guarismos que en el set anterior para llegar al segundo tiempo técnico con seis puntos de diferencia (10-16). A partir de ahí tranquilidad visitante, asegurando lo básico, para finalizar el set con una nueva gran diferencia de diez puntos.

El tercer y definitivo parcial fue el más igualado, posiblemente por los cambios realizados por los dos técnicos ya que los vigueses llegaron a tener en el campo a cuatro juveniles y los ibicencos sacaron a los menos habituales. Esta combinación de jugadores proporcionó algo más de emoción al set, aunque siempre por delante los visitantes, que finalizaron el encuentro con ese resultado de 18-25 en el tercero y definitivo.

"Vimos a los jugadores salir derrotados al campo", indican desde la directiva, que reclama al equipo que muestre ese espíritu incluso antes los adversarios menos asequibles. El Club Vigo se preparará ahora para el segundo partido consecutivo en el pabellón de Coia. Los olívicos recibirán en esta ocasión al C.V. Zaragoza, último clasificado y que llegará con las ganas suficientes como para vencer y escapar de la quema que significa estar ocupando el farolillo rojo. "Trabajo y sobre todo responsabilidad a la hora de afrontar una semana que se presenta como decisiva", piden desde el club a la plantilla.