15 de abril de 2012. Txema y Adrián, celtistas residentes en Euskadi, se consuelan de la derrota ante el Deportivo en Balaídos con profusión de pinchos y cañas. Entre bocados de chopito y sorbos, Adrián le pregunta al amigo: "¿La montamos?". "La montamos", le contesta. Breve diálogo que es el instante fundacional de la primera peña céltica en tierras vizcaínas. Zeru-Urdin, tal es su nombre, celebra hoy su puesta de largo oficial en su sede de Getxo, en el Gran Bilbao.

El fútbol les premia su atrevimiento. La peña surgió de aquella derrota en el último segundo, cuando "el equipo parecía desinflarse", recuerda Txema Blanco. La escuadra se recuperó. Ha ascendido. Mañana juega en San Mamés, última visita viguesa a La Catedral antes de su demolición. Asistir al encuentro culminará la agenda de festejos de Zeru-Urdin. Esta noche es turno de discursos y fotos. Mañana al mediodía habrá comilona de 70 hinchas, entre la veintena de anfitriones e invitados de otros colectivos célticos: Centolos, Carcamáns, Comando Celta, Irmandiños, Celtílikos...

Este fin de semana culmina la larga búsqueda de Txema. Hijo de emigrantes, nació en Bilbao y tiene el acento rotundo cuando proclama: "Yo me siento gallego. Y he sido siempre del Celta a muerte". Inclinación de infancia exótica y juventud dedicada a peregrinar por los bares, mendigando la retransmisión televisiva del equipo de sus amores.

"Hace algunos años no se veían celtistas por Vizcaya", relata. Solo alguno casual. La Peña Celtista Eibarzale, cruzando la frontera guipuzcoana, era el oasis más próximo. Las redes sociales, como la web delcelta.com, lo pusieron en contacto con Adrián o con Pateiro, con el que viajó al partido del año pasado en Zorrilla. La idea de crear la peña pestañeó y fue germinando. "Ya somos cuatro; con dos más ya tenemos para la directiva", se dijeron en un momento dado. Al final, Txema ejerce de presidente por sorteo entre Adrián y él. "Me como el marrón". Tienen blog y extensa actividad, con el Bar Anaiak Billares como centro neurálgico en Getxo. Ya son 22, más 6 bebés y otros satélites. Crecen de forma natural, sin forzarlo: "No quiero agobiar a nadie para que se haga socio. Había una apuesta de llegar a 20 antes de la inauguración y tras ganarla me he relajado", bromea. Los miembros son "sobre todo gente que se ha trasladado a Vizcaya hace poco".

La familia céltica y la rojiblanca conviven en armonía. El nuevo grupo se bautiza en euskera, Zuri-Urdin, azul cielo porque el término celeste no tiene una traduccion exacta. Txema siempre tuvo aliados como los del Bar Nekane, forofos del Athletic, que le ponían el partido del Celta aunque corriese Fernando Alonso en ese momento.

Es un hermanamiento que podrá calibrarse en el partido de mañana. El Athletic envió 478 entradas a la Federación de Peñas y todas se colocaron en un suspiro. José Méndez, presidente de la Federación, añade: "Y mil hubiéramos vendido si nos las hubiesen proporcionado. Aún hoy me están llamando personas que quieren asistir al partido".

Desde Galicia se produce el desembarco en cinco autobuses y su estela de coches particulares. "La gente viene porque se siente querida en Bilbao", comenta Txema. Méndez, primerizo en esto, complementa: "Que sea el último partido del Celta en San Mamés, antes del cambio de estadio, también influye. Los que ya han estado en otros partidos me han dicho que el ambiente es especial. Será un partido bonito y solo espero que logremos la victoria". El triunfo de Txema está asegurado. Es la peña, "el sueño perseguido desde hace muchos años".