Alex Corretja ha explicado la derrota: "Hemos sentido el apoyo de la gente aunque estábamos lejos. Lo hemos intentado pero no hemos podido o no hemos sabido, han sido mejores en esta pista, se han adaptado mejor y se han escapado cuando pensaba que podíamos darle la vuelta", comentó el capitán español.

Radek Stepanek no solo ganó el partido decisivo, sino que consiguió algo que pocos han presenciado, que el siempre impertérrito Ivan Lendl llorase. El campeón de la edición de 1980, ahora entrenador de Andy Murray, no pudo ocultar las lágrimas cuando Radek cayó de rodillas en la pista del O2 Arena de Praga y cuando luego escuchó las palabras del segundo jugador checo. "Todos ellos, Lendl, Kodes, Smid y Slozil, fueron mis ídolos de infancia, los hemos seguido con pasión y deseábamos este título por ellos, que han sido nuestra inspiración", dijo.

Nicolás Almagro señaló que su rival se había mostrado muy agresivo y había sido "el justo vencedor. A mí me toca aprender para las próximas ediciones". "Son momentos difíciles pero no podemos reprocharnos nada. Hemos luchado hasta el último punto. Era un año difícil en el que pocos apostaban por nosotros y nos vamos con la cabeza alta por que hemos hecho un gran trabajo", añadió.

El presidente de la Federación Española, José Luis Escañuela, afirmó tras la derrota que "un revés nunca puede empañar una trayectoria". El presidente respaldó por completo a los jugadores que han disputado este final en suelo checo. "Le doy toda la razón a Àlex Corretja, esto no es una transición. Siempre hemos querido ganar y esto es todo, es una final de regalo para el tenis español".