Hay empates que no tienen el mismo sabor para cada uno de los protagonistas. Un ejemplo de ello fue el que se contempló en A Lomba entre un Arosa obcecado en la falta de definición, y un Gondomar que hizo gala de una gran efectividad marcando en el único disparo que realizó entre los tres palos en toda la segunda mitad.

Los de Lino González salieron dispuestos a mandar. Dos disparos lejanos de Guimeráns y Camiño fueron sus primeros avisos, pero en medio de la espesura del juego, Jorge Pérez realizó la mejor intervención del partido a un disparo de Breixo.

Buscando mayor llegada al área, el técnico local ordenó el cambio de banda de Camiño y Hugo. Fue entonces cuando el extremo vigués empezó a crear más peligro. Primero desperdició un servicio de Guimeráns y poco después sirvió un pase al que Camiño llegó un tanto forzado para mandar arriba. Poco después Ramón falló un mano a mano cuando la grada ya cantaba el primero de la tarde. Un cabezazo fuera de Víctor fue la última gran ocasión, gol al margen, del Gondomar al filo del descanso.

Otro testarazo de Nando nada más salir del descanso puso en alerta a los locales. Éstos empezaron a poner cerco al área de Jacobo con llegadas por ambas bandas. La mejor ocasión de los vilagarcianos fue un remate de Borja tras un córner botado por Guimeráns que la defensa gondomareña sacó bajó la línea con su portero ya batida, acción que los locales protestaron por considerar que el balón había traspasado la línea de gol.

El jarro de agua fría llegó con el tanto de Gonzo al plantarse solo delante de Jorge Pérez con la defensa local totalmente dormida tras el saque rápido de una falta lateral. Cuando más difícil parecía, los locales pusieron la intensidad que por momentos se echaba en falta. Hugo aprovechó un buen servicio de Camiño, tras una agresión de Juanjo a Trejo que el árbitro dejó impune, para superar en vaselina a un adelantado Jacobo. Ya al final, con el Gondomar pidiendo la hora, un cabezazo de Martín se quedó sin el premio buscado.