Un gol de Adrián Rosales a falta de tres segundos para el final dio al Frigoríficos del Morrazo una victoria tan merecida como inesperada ante el Ademar. El conjunto que entrena Víctor García, "Pillo", completó un extraordinario encuentro que le sirve, de paso, para romper la negativa estadística que tenía con el que hasta ayer era su bestia negra. Desde el ascenso en León de 1995 todos los enfrentamientos ante los castellanos se habían saldado con derrota.

El tanto del canterano no hizo sino justicia a un auténtico partidazo de los locales, que dejaron de lado sus habituales pájaras para ofrecer un balonmano de muchos kilates tanto en ataque como en defensa. Ruesga, alma de los ademaristas, golpeó primero para situar un 1-3 que no puso nerviosos a los locales. Con David García al frente de las operaciones y dando mucha continuidad al juego, el Cangas obligó a Cadenas a pedir un prematuro tiempo muerto (6-5, minuto 27).

Poco varió el panorama, ya que el Frigoríficos no bajó el pistón en ningún momento. Supo jugar colectivamente, con Adrián y Serafín muy incisivos y dejando al descubierto las debilidades del 6.0 castellano. El 12-9 marcó la máxima diferencia. Un par de errores en el lanzamiento -en acciones bien trenzadas- dieron aire a los visitantes, que se encomendaron a la pareja de zurdos Vrazalic-Golubovic. Eso les permitió llegar al descanso con una renta que era oro después de haber visto lo ocurrido en la primera mitad (15-17).

En la reanudación el Cangas mantuvo el nivel ofensivo mientras Santana iniciaba su recital bajo palos (50 por ciento de efectividad en este segundo tiempo). La remontada se consumaba (22-20, minuto 41, con nuevo tiempo muerto de Cadenas). Los locales estiraron la goma hasta el 25-22 pero desaprovecharon tres exclusiones prácticamente seguidas del Ademar para sentenciar el duelo. Y los castellanos, a contracorriente, llevaron las tablas al marcador a falta de tres minutos y medio (26-26). Por entonces Cadenas ya ordenaba una mixta sobre David García para secar al organizar de juego cangués.

Quedaba un minuto para el infarto. Borges fue excluido a falta de 43 segundos y en ese ataque Lasica anotaba desde el extremo. Carou igualaba en una acción llena de fuerza y algo de fortuna y Pillo pedía tiempo. Con ocho segundos por delante la bola llegó a Adrián, que no se lo pensó dos veces y se fue directo a buscar portería para anotar el definitivo 29-28 y llevar el delirio a las gradas. El Cangas suma cuatro puntos y da un paso más hacia la permanencia.