El Annapurna (8.091 metros)abre de nuevo sus fauces. La montaña más peligrosa del planeta ha respondido con nuevas avalanchas el segundo asalto a su cima que pretendían ensayar las diversas expediciones que han coincidido en la zona. Algunos alpinistas han renunciado ya. Otros han bajado al campo base (4.190) para aguardar allí, en zona segura, mejores condiciones. Sechu López es de los pocos que se mantiene en el campo 2 (5.500 metros). Quiere hacer cumbre este domingo.

El vigués, con su ordenador estropeado, depende de otros alpinistas para actualizar su blog. Esta vez ha informado de la situación a sus íntimos a través del teléfono y estos lo reflejan. Sechu llegó al campo 2 el 1 de mayo. Ayer pretendía alcanzar el campo 3 (6.400 metros). Una fuerte avalancha se interpuso en su camino. La nieve alcanzó incluso las tiendas del C-2 aunque ya como polvo, moviendo las tiendas y oscureciendo la luz de la luna. Sechu y sus acompañantes pretendieron continuar. Dos nuevos aludes arrasaron las cuerdas preparadas para la ascensión y aconsejaron el regreso.

La mayoría de los montañistas han decidido regresar al campo base. Aquellos que tienen mayor margen de tiempo prefiere esperar a que la montaña se descargue de nieve. Diez, en cambio, han optado por quedarse en el C-2. Entre ellos, Sechu López. Su esperanza es que hoy puedan alcanzar el C-3. Allí resistirían hasta el asalto definitivo a la cumbre, lo que incluye trasladar todo el material del C-3 al punto previsto para instalar el C-4 (7.100 metros). El parte meteorológico pronostica buen tiempo este domingo, aunque es una previsión relativamente fiable. Lo cambiante del tiempo es otra de las trampas.

Quizás en la decisión de Sechu haya influido que su capacidad de maniobra es menor. El 18 de mayo debe embarcar en el aeropuerto de Katmandú en dirección a España. Aunque el deshielo tampoco permite a los demás mayores alegrías. El vigués asegura a través de sus intermediarios que se encuentran bien físicamente y con ilusión de culminar su aventura de forma exitosa.

Sechu, aunque bastante independiente en sus movimientos, está con gente como el catalán Oscar Cadiach y la asturiana Rosa Fernández. En el Annapurna se encuentra también el famoso Carlos Soria, de 78 años. Él y su grupo están entre los que han decidido regresar al campo base tras reconocer "un peligro bestial" en su ascenso al campo 3.

El abulense relata en su diario lo que también ha vivido Sechu. "No ganamos para sustos con esta montaña. Otros años no ha sido así, pero en esta temporada, con tanta nieve como está cayendo en el Annapurna, caen unas avalanchas impresionantes (...) La montaña está en unas condiciones muy, muy, muy peligrosas. Tiene una capa de nieve inestable enorme. En algunos tramos yo metía el bastón hasta el brazo y no conseguía tocar el fondo", añade el veterano alpinista.

"Por eso he tomado la decisión de descender al campo base y esperar unos días a ver si hace buen tiempo. Muktu (su sherpa) coincide conmigo, no quiere jugarse la vida, y tiene razón", asevera Soria. "Quedándonos arriba no pintábamos nada. Es como si el Annapurna no nos quisiera ver arriba (...) Ya hay alpinistas que incluso han decidido marcharse a casa. Yo creo que si hay un período de buen tiempo se podría hacer otro intento. Pero si no, va a ser difícil. Ahora se entiende muy bien por qué el Annapurna tiene esta fama tan negativa", finaliza Soria.