Nuevo enfrentamiento directo y nueva derrota. El tropiezo de la semana pasada ante el San Sebastián de los Reyes dejaba a los hombres de Pichi Lucas sin margen de error. Leganés era una final, una lucha por mantenerse con opciones de vida. El conjunto madrileño, favorito al ascenso a inicio de temporada, también se jugaba la categoría.

El Celta B estaba obligado a salir triunfador de Butarque. Sólo valían los tres puntos. La victoria significaría meterse de lleno en la lucha por la permanencia. Pero el Leganés no dio lugar a la sorpresa. El equipo que dirige Víctor Fernández, ex de Valladolid o FC Cartagena, golpeó pronto. Un gol tempranero de Biel Medina acercaba al cuadro local a la salvación. Otro clásico del fútbol español, Rubén Navarro, sería el encargado de poner la puntilla al filial celeste. El exdelantero centro de equipos como el Numancia, el Alavés o el Hércules firmó un "hat trick" para rubricar una goleada que deja al Celta B con pie y medio en Tercera División.

La salvación es casi una quimera. El equipo de Pichi Lucas está obligado a sumar los seis puntos que quedan por disputarse y esperar al pinchazo de sus rivales directos. La permanencia se complica. El importante número de bajas ha sido un lastre para un filial que, desde el comienzo del curso, no fue capaz de salir de la zona peligrosa de la clasificación.