"Soy igual de optimista". Así comenzaba Paco Herrera su comparecencia ante los medios de comunicación. El entrenador céltico daba la cara tras la derrota cosechada ante el Hércules. Insiste en que el equipo tiene todas las opciones de acabar segundo la temporada. El pacense marca el camino. "El objetivo es ganar todo lo que queda". No piensa sólo en vencer en los partidos que el Celta juegue como local, sino que ve posible ganar también los que el conjunto vigués dispute lejos de Balaídos.

Paco Herrera declaró que el bloque depende de sí mismo en sólo una cuestión. "Debemos ser nosotros mismos". Esa es clave para él. Señala que el equipo ha dejado de hacer eso en las últimas jornadas y los resultados no han acompañado. El preparador extremeño admite la derrota, pero sólo aquellas como las de Riazor, en las que sus jugadores salen a por la victoria y caen por pequeños detalles.

El entrenador céltico no cree que este sea la etapa más delicada del Celta esta temporada. Recuerda que en la primera vuelta también se perdió ante Deportivo y Hércules. Herrera sí cree que es el momento de demostrar que el equipo es fuerte y que sabe reconducir la situación. El recibimiento que varios aficionados dieron ayer a sus jugadores lo considera como un estímulo. "Sólo por esas personas ya no tenemos derecho a bajar la guardia", señalaba el técnico extremeño.

Herrera mantuvo su discurso del pasado viernes. La meta sigue siendo lograr el ascenso directo. "Si hacemos pleno de victorias seremos segundos". Para lograrlo, el preparador celeste cree que el primer paso es merecer ganar los partidos. Volver a ser un equipo alegre, que combine y que cree ocasiones de gol.

El extremeño comparó al grupo que dirige este año con el del curso pasado. Se muestra tranquilo porque el estado anímico no es del de la pasada temporada. "Creo en este equipo porque sólo nos equivocamos en pequeños detalles". Hace memoria para dar razones de su afirmación. "El año pasado nos faltaban algunas posiciones. Esta temporada no tenemos esos problemas". Herrera pone como ejemplo las bajas de Hugo Mallo y Roberto Lago. Aquellas ausencias motivaron que tuviera que poner a Cristian Bustos como lateral derecho.

El entrenador pacense reconoce que al equipo "le falta mala leche". Compara la falta de veteranía y experiencia con sus dos últimos rivales –Hércules y Deportivo-, pero cree que si el Celta vuelve a mostrar sus armas –fortaleza defensiva, juego combinativo o llegadas al área- puede ser el conjunto que arrolló a Elche, Almería y Valladolid hace unas jornadas.

Por último, Herrera manifestó que cualquier baja trastoca los planes del grupo. Además, considera que Oubiña se ha convertido en el referente del equipo. De todas formas, se muestra feliz de que el capitán no tenga fracturado el dedo del pie derecho. "Lo tendremos para el último partido de Liga". El centrocampista vigués, si no se logra el objetivo, también estará disponible para el play-off de ascenso. Sin embargo, Herrera insiste en su mensaje. "Confío en que todo acabe el 3 de junio".