El Celta trata de imaginar el escenario que tendrá ante sí cuando se conozca, posiblemente el miércoles, la resolución del Comité de Competición respecto a la suspensión del partido ante el Cartagena. Mientras tanto, el club vigués se mantiene en silencio, aunque intenta buscar la fecha más apropiada para disputar los 31 minutos que restan del partido ante el Cartagena. En la primera semana de mayo, antes de desplazarse a Sabadell, es la opción que cobra más fuerza.

En Plaza de España asumen que el encuentro se reanudará a puerta cerrada en el mismo estadio de Cartagonova, donde uno de los asistentes del árbitro Pino Zamorano fue agredido en la cabeza con un objeto lanzado desde la grada. A este respecto, el Celta intenta llegar a un acuerdo con el Cartagena para fijar una fecha que ambos presentarían ante Competición. De lo contrario, esta decisión quedaría en manos del estamento deportivo.

Con la intención de evitar tal imposición, el club vigués hablará con su técnico, Paco Herrera, para determinar la fecha que más convendría al equipo celeste para completar lo que resta de partido contra el colista y después trasladársela a los dirigentes del conjunto murciano.

La normativa señala que tendrán que transcurrir un mínimo de quince días para reanudar el partido suspendido y antes de las tres o cuatro últimas jornadas de Liga. Teniendo en cuenta que restan diez partido de competición regular, el margen de maniobra no supera un mes, pues el último encuentro está señalado para el 3 de junio.

En principio, el Celta es partidario de retrasar esta media hora de partido contra los albinegros, dado el calendario tan exigente que afronta en las próximas fechas. De esa forma, descartaría la posibilidad de aprovechar la visita al Hércules, prevista para el 22 de abril. En estos momentos, cobra fuerza la primera semana de mayo, entre la visita del Barça B a Vigo y el viaje a Sabadell. Los de Herrera se dirigirían a Cartagena o al lugar que designe Competición para completar el partido suspendido y continuarían en la costa mediterránea hasta el duelo con los arlequinados.

Porque no se descarta que la sanción implique jugar en un campo neutral y a puerta cerrada. En este sentido, en Plaza de España buscan incidentes similares para prever la sanción al Cartagena.

El antecedente más próximo ocurrió el pasado noviembre en el estadio de Los Cármenes entre el Granada y el Mallorca. Uno de los asistentes del árbitro Clos Gómez recibió el impacto en el rostro de un paraguas lanzado desde una grada. Se determinó que la acción había sido fortuita.

El encuentro se reanudó en el minuto 61 a puerta cerrada en el mismo estadio. El conjunto granadino tuvo que abonar todos los gastos, incluido el desplazamiento y alojamiento del equipo rival, se le impuso una multa y se le apercibió con la clausura del campo en caso de reincidencia.

A priori, el caso del Cartagena parece más grave porque Pino Zamorano considera que el sábado pasado se produjo una agresión sobre su asistente después de advertir en un par de ocasiones al delegado del conjunto local de que el público se abstuviera de lanzar objetos al terreno de juego.

Para el Celta, la resolución de este partido puede resultar transcendental en sus aspiraciones a lograr el ascenso directo. Por el momento, el marcador está igualado (1-1). Si se mantuviese ese resultado, los de Herrera verían reducida a tres puntos –teniendo en cuenta el golaverage– la ventaja con el Valladolid, tercer clasificado, y el Deportivo se distanciaría a seis puntos de los célticos en el liderato.

En cuanto a la reanudación del partido de Cartagena, Herrera no podrá contar con tres de sus futbolistas. Según la normativa, Alex López y Orellana tendrían que completar la sanción de un encuentro por acumulación de tarjetas amarillas. Por ese motivo ya no jugaron el sábado en Cartagonova. La otra ausencia obligada será Iago Aspas, pues el atacante de Moaña fue sustituido en el descanso por Joan Tomás, por lo que no podrá volver al terreno de juego para disputar los 31 minutos que restan para el final si el Comité de Competición decide, probablemente el miércoles, que el encuentro se reanude en el minuto 59, en el mismo campo o en uno neutral, y a puerta cerrada. Ese es el escenario que suponen los dirigentes célticos, que intentarán que la fecha se acomode a sus intereses.

Dudas en Cartagena de la versión del asistente

El Cartagena no ha encontrado ningún objeto susceptible de causar daños al asistente del colegiado Pino Zamorano ni al culpable del lanzamiento, por lo que en la ciudad murciana cobra fuerza la hipótesis de que todo se debió a una caída accidental.

Cada hora que pasa las sospechas de que no es del todo cierto lo que cuenta Pino Zamorano en el acta de una agresión a su asistente con un objeto lanzado desde la grada, cobran más fuerza. Tanto que desde el Fútbol Club Cartagena buscan pruebas para ´desmontar´ los argumentos del árbitro madrileño, que podrían causar un grave perjuicio económico y deportivo a la entidad albinegra.Aunque el director general del club, Paco López, dijo que primero quería condenar este tipo de actos, lo cierto es que todos los testimonios que han ido recogiendo de gente que estaba en esa zona del campo, además de la falta de objetos caídos en ese lugar o de pruebas gráficas y videográficas, hacen sospechar que nada tiene que ver lo que cuenta el asistente con lo que pasó realmente.Por ello, el club tratará de argumentar que nadie ni nada –cámaras de fotos o cámaras de vídeo– recogen nada de una supuesta agresión, para quedar exonerados de culpa alguna en una sanción que se prevé que se haga pública esta semana.