Para ellos la Vig-Bay es mucho más que una simple carrera. Forma parte casi de su vida y a estas alturas la posibilidad de no disputar una edición les hace correr un sudor frío por la espalda.

Treinta y cuatro atletas disputarán este domingo su decimocuarta edición de la carrera. Ellos formaron parte de los seiscientos que en 1999 tomaron la salida en la primera edición de la carrera. Desde entonces no han faltado a la cita en ninguna ocasión. Se han peleado con problemas de salud, con lesiones, con circunstancias familiares, pero a la hora de la verdad han estado en Samil año tras año para competir.

Desde la organización de la prueba creen que este dato "demuestra la fidelidad que la gente tiene a la carrera y lo mucho que engancha. Para todas estas personas estar en la línea de salida se ha convertido en básico para ellos. No conocemos a uno solo que ahora mismo se esté planteando la posibilidad de perderse alguna edición".

En la relación mandan, como no podía ser de otro modo, los deportistas de Vigo. De los treinta y cuatro que han estado en todas las ediciones diecinueve son de la ciudad olívica. La segunda localidad con más representación en esta lista es Ourense, que tiene a cuatro atletas que han acompañado año a año a la Vig-Bay desde su nacimiento y que han asistido en primera persona a su consolidación y ahora mismo a su absoluta explosión.

El resto de participantes con trece Vig-Bay a sus espaldas provienen de diferentes municipios gallegos como Salvaterra, Vila de Cruces, Redondela, O Porriño, Baiona, Nigrán, Bergondo, Campaño, Oza-Teo o Mos.

Mención especial merece un atleta de la Vig-Bay. Se llama Juan Salvador Zaragoza y es natural de Benalmádena. No reside en Galicia, pero aún así ha estado en todas las ediciones de la carrera. Se caso es sorprendente y a mismo tiempo parece el caso más claro de enamoramiento hacia la prueba. Año tras año cumple con su rito de inscribirse, viajar a Vigo y tomar parte en la prueba. Incluso hubo una ocasión, hace unos años, que en la organización daban por seguro que se ausentaría porque había sufrido un pequeño problema de salud que con seguridad le descartaba para estar en Samil a la hora convenida. Sin embargo, este malagueño cumplió con su ritual. El domingo estará en medio de esa grandiosa masa humana que forman los participantes de la Vig-Bay.

Dentro de la lista son especialmente reconocibles dos personas. Una es Eduardo Vieira, el impulsor de la prueba, que un día, llevado por su afición al atletismo, tuvo una idea magnífica y rodeado de un gran equipo ha terminado por crear una prueba con enorme personalidad. Como padre de la prueba no se pierde ni una edición.

Otra persona especialmente importante es Elías Domínguez, el único ganador de la lista. El atleta vigués, que se impuso hace tres años, ha tenido la Vig-Bay como su prueba fetiche. Persiguió con pasión el triunfo y la victoria no frenó el amor a la prueba. El domingo estará de nuevo en Samil aguardando el pistoletazo de salida.

Día de recogida de dorsales en la Casa de las Palabras

Día de nervios y de tensa espera para los 4.552 inscritos de la Vig-Bay. Hoy la acción de la prueba estará en el entorno del Verbum-Casa de las Palabras, en Samil, lugar en el que se sitúa el centro neurálgico de la prueba.

Los corredores pasarán por allí para recoger los dorsales de la prueba. Para ello puedo hacerlo desde las 11 horas a las 19 horas de forma ininterrumpida. Los que no lo retiren hoy podrán hacerlo mañana desde las 8:30 horas a las 9:30 horas. De todos modos, la organización insiste en la importancia que los atletas recogan con tiempo el dorsal para evitar problemas de última hora y para solucionar cualquier contingencia que se pueda dar. Para recoger el dorsal y el chip será necesario presentar un documento acreditativo.

Baiona notará hoy la proximidad de la carrera

La localidad de Baiona vivirá hoy en todos su esplendor la proximidad de la Vig-Bay ya que recibirá a muchos de los participantes –sobre todo de fuera de Vigo– que han elegido ese lugar para descansar y esperar el momento de la salida. De hecho, seis autobuses partirán desde Baiona el domingo a las 8:30 horas en dirección a Samil con participantes, la mayoría de los cuales han decidido hospedarse en la localidad del Miñor y aprovechar el servicio de autocares que pone la organización para dirigirse a la línea de salida.

En este sentido cabe destacar que son más los atletas que optan por regresar en autobús a Samil a la finalización de la carrera. Este año el número de inscritos se ha disparado y más de mil participantes utilizarán este servicio a la conclusión de la Vig-Bay.

El hecho de que esta carrera tenga un punto de salida muy distante del de meta (en la mayoría de casos no sucede así ya que coinciden ambos) obliga a una logística muy especial en este apartado y a un sobreesfuerzo por parte de la organización.