Paco Herrera planea rotaciones en los dos próximos compromisos ligueros ante Huesca y Villarreal B después de varias semanas en las que la alineación del Celta podía recitarse prácticamente de carrerilla. Las razones del técnico no son tanto una consecuencia de la derrota sufrida en Las Palmas como un problema de gestión de recursos, pues media docena de futbolistas se encuentra al borde de la suspensión por acumulación de tarjetas y el entrenador celeste quiere utilizar los dos próximos partidos (pero especialmente el del sábado en El Alcoraz) para hacer limpieza.

Seis futbolistas del Celta acumulan cuatro tarjetas amarillas y se encuentran, por tanto, a una de la suspensión: Oier Sanjurjo, Álex López, Fabián Orellana, Toni, Joan Tomás y Jonathan Vila. La mayoría son titulares o tienen un importante peso en el equipo como elementos de banquillo. Por ello, la idea del cuerpo técnico es que los jugadores vayan forzando escalonadamente la quinta tarjeta para dosificar los efectos de las bajas y evitar una reacción en cadena.

La renuncia a presentar alegaciones contra la quinta tarjeta de Roberto Lago se inscribe en esta política de dosificación de recursos emprendida por Herrera. El Celta tenía la seguridad de que el recurso iba a prosperar pero ha preferido que el lateral cumpla sanción en Huesca y afronte sin cargas la recta final del campeonato.

Herrera debe decidir ahora qué jugadores fuerzan la quinta amarilla en Huesca, si fuese necesario. Oier parece el candidato más firme, pues el técnico podría echar mano de Vila en el siguiente partido en casa, ante el Villarreal B, y éste, a su vez, forzar la amonestación ante el filial amarillo. De este modo, tendría a todos sus defensas centrales prácticamente libres de cargas, ya que Andrés Túñez y David Catalá suman apenas dos amonestaciones cada uno.

Al margen de la incidencia de las tarjetas, el entrenador del Celta medita seriamente la posibilidad de dar descanso a Quique de Lucas en El Alcoraz.

El barcelonés es, tras Roberto Lago, el futbolista del plantel con más minutos a sus espaldas y comienza a necesitar un descanso. Pero además, De Lucas está tocado. Ayer no concluyó el entrenamiento debido a unas molestias en la parte posterior del muslo y Herrera podría aprovechar la circunstancia para dar la alternativa a Toni, un futbolista que viene pidiendo paso desde hace tiempo, que conoce muy bien al Huesca, y que afrontará con especial motivación el enfrentamiento contra el equipo en el que militó cedido la pasada campaña.

Cambio obligado

Otros cambios en el once serán obligados. Así, la baja de Roberto Lago en el lateral izquierdo será cubierta Carlos Bellvís, su reemplazo natural, que vuelve al equipo después de mes y medio en el banquillo. El último partido lo jugó el zaguero valenciano a pierna cambiada, en Balaídos contra el Recreativo de Huelva, y Herrera lo cambió en el descanso. Esta vez Bellvís tendrá la oportunidad de reivindicarse a los ojos del técnico en circunstancias más cómodas.

En el medio campo, las posibilidades de cambio dependen, fundamentalmente, de la recuperación de Borja Oubiña. El capitán comenzó a entrenarse ayer de forma progresiva con el grupo pero no ha recibido el alta médica. La evolución de la rotura fibrilar sufrida hace tres semanas es buena, dentro de lo esperado. El desgarro muscular prácticamente ha cicatrizado pero presenta aún un pequeño enema de 1,3 milímetros que invita a la prudencia.

El concurso del medio centro contra el Huesca no está descartado. Dependerá de su evolución en las próximas 48 horas. Más que una cuestión médica, es un caso de sensaciones. Si el jugador se siente preparado, será de la partida, lo que, a estas alturas de semana, no parece demasiado probable. Con Oubiña no se quiere correr el mínimo riesgo y, salvo que se produzca una gran mejoría en las próximas horas, lo razonable es que aplace su reaparición hasta el partido ante el Villarreal en Balaídos.

No puede descartarse, sin embargo, la posibilidad de que Herrera dé la alternativa en este partido a Natxo Insa como acompañante de Álex López en el eje de la línea medular. Aunque el alicantino ha sido normalmente utilizado por el técnico como reemplazo del ferrolano, el discreto papel firmado por Bustos en Las Palmas podría propiciar que el técnico se plantease un cambio.