El estado de gracia en que vive el Celta, encaramado en puestos de ascenso directo tras una impresionante racha sin perder de ocho victorias y dos empates, no impide al conjunto de Herrera echar la vista atrás para evitar que se repitan errores del pasado. El vestuario celeste tiene muy presente que el equipo sumaba hace un año dos puntos más y, tras auparse al liderato en Tarragona, sufrió una monumental pájara que cercenó sus aspiraciones de alcanzar la Primera División por vía directa. De eso se habla y mucho estos días en A Madroa. Y la consigna es clara: prohíbido caerse.

"Claro que los tenemos presente y estamos trabajando para que no suceda", confirma el segundo entrenador del Celta, Ángel Rodríguez, que ve al equipo mejor preparado evitar el mal de altura. "Hay una experiencia negativa de la que aprender y unos jugadores con una año más de experiencia. Se trabaja para que no suceda y el equipo de este año no se asemeja en muchas cosas al del año pasado, así que es difícil que se repita algo así", sostiene.

Entre los factores distintivos apunta el segundo de abordo de Herrera el plan de ataque. "El año pasado el equipo estaba muy definido en cuanto a la forma de atacar. Estaba estructurado para que hubiese un gran pasador y dos jugadores rápidos que interviniesen en la definición ganado por velocidad el espacio; este año, en cambio, atacamos en bloque, de modo mucho más organizado y esto nos concede más posibilidades", explica. Y precisa: "Esta forma de atacar y de defender en bloque hace también que concedamos menos ocasiones de gol".

Ángel Rodríguez opina que el Celta tiene este curso mayor variedad de recursos, tanto a la hora de atacar como de defender. "Tenemos más posiciones cubiertas y esto se está demostrando en todo. Y la sensación es que cuando no lo estamos haciendo del todo bien tampoco concedemos ocasiones. El equipo mide mucho lo que hace", subraya.

La dinámica del equipo, a juicio del segundo entrenador céltico, es también distinta. "El año pasado ganamos los primeros partidos y luego entramos en una dinámica de resultados que no fue todo lo buena que debería ser; ahora parece que hemos tomado el pulso a la competición y estamos en línea ascendente", observa Rodríguez, que resalta: "La curva de caída el año pasado fue tremenda, pero este año las pequeñas crisis que hemos pasado no han sido tanto de juego como de resultados". El rendimiento Balaídos también marca las diferencias. "Hemos entrado en una dinámica buena en casa. No hay prisa por ganar los partidos y esto hace que no cometas muchos errores en defensa. Estamos jugando con soltura y tranquilidad. Si el resultado no llega, el equipo sigue trabajando hasta conseguir doblegar al contrario", señala Rodríguez. "En conjunto todo a mejorado. El equipo se ha apropiado de una idea de bloque que le ha dado consistencia al equipo y le ha permitido ir mejorando día a día", concluye.

Borja Oubiña, el capitán celeste, va al equipo más experimentado y ambicioso. "A lo del año pasado es difícil encontrarle explicación. No es normal que un equipo que gana tantas jornadas y está tan destacado tenga semejante bajón. Pero esta temporada es diferente", afirma el medio centro. "El año pasado empezamos muy bien y este empezamos peor y luego hemos ido hacia arriba. Son situaciones diferentes. El equipo está mucho más maduro que el año pasado y tiene más ambición", destaca.

Pese a haber llegado a la disciplina celeste esta temporada, a Oier Sanjurjo tampoco se le escapa lo sucedido hace un año. "Los compañeros que quedan del año pasado son cautos porque recuerdan lo que pasó el año pasado. A estas alturas, el Celta la temporada pasada tenía el ascenso en sus manos con 51 puntos y luego se le escapó. Esa experiencia nos tiene que ayudar", dice el navarro, que llama a la cautela y a trabajar "partido a partido".