El Celta disputa mañana en Balaídos ante el Recreativo de Huelva (21.00 horas) un partido con un doble aliciente para el club vigués: una victoria ante el decano lo llevará provisionalmente a la segunda posición de la tabla, y si no encaja goles igualará el récord de jornadas imbatido que estableció el equipo que dirigió Pavic en la temporada 1980-1981, en Segunda B, tras sumar ocho encuentros consecutivos invicto. La semana pasada igualó la marca alcanzada en el curso 1975-1976 de siete encuentros sin recibir goles en contra. En esas dos temporadas, el conjunto celeste logró el ascenso de categoría, a Segunda A y a Primera, respectivamente.

La defensa del conjunto de Paco Herrera se ha convertido ya en la tercera más solvente de la historia del club, pues en estos momentos contabiliza 638 minutos sin recibir un gol en contra, desde que Olmo, del Sabadell, batió a Yoel en la recta final del encuentro. Los celestes están ahora a cincuenta minutos de superar la marca que estableció el guardameta Fenoy en 1976. Y si el Recreativo se va de Balaídos sin marcar, estarán a poco más de una hora de juego de establecer el mayor registro de imbatibilidad del Celta, que Capó fijó en 794 minutos en 1981.

Esos dos equipos tuvieron a Manolo como uno de sus principales protagonistas, pues el que ha pasado a formar parte de los recuerdos del celtismo con el apelativo de Gran Capitán formaba parte del eje de ambas defensas.

La zaga más segura hasta el momento es la que disputó el campeonato de la categoría de bronce, con Milorad Pavic en el banquillo del conjunto vigués. "Ahí lo teníamos fácil porque el Celta era un equipo de Primera que jugaba en Segunda B. En dos años sufrimos dos descensos consecutivos", recuerda Manolo refiriéndose a la temporada 80/81. "El equipo era prácticamente el mismo y todo resultó más fácil para establecer ese récord", apunta.

El capitán celeste disputó aquel año 30 partidos. "Volví a tener problemas en una rodilla y me tuvieron que operar al final de la temporada", manifiesta.

Durante los ocho encuentros que el conjunto celeste se mantuvo imbatido, la defensa tipo que manejaba Pavic estaba formada por Lemos y Canosa como laterales, con Manolo y Gelo en el centro. Capó era el guardameta titular y encajó 22 goles en 38 partidos de Liga. Esta racha positiva de los celestes se inició en Ferrol, ante el Racing, a finales de diciembre de 1980, y concluyó dos meses después en Langreo, donde vencieron por 1-4. La temporada finalizó con el Celta en primera posición, seguido del Deportivo. Ambos recuperaron la categoría de plata.

"Fue mi penúltimo año como jugador del Celta. Al siguiente logramos el ascenso a Primera después de realizar una gran campaña", apunta Manolo. En ese curso destacó Pichi Lucas, recién nombrado entrenador del Celta B, que anotó 27 goles y ganó el Trofeo Pichichi. "Teníamos una gran delantera, que nos llevó en volandas hacia Primera", resalta Manolo.

Este referente del celtismo considera que la actual defensa del Celta "está muy asentada, con confianza, y ofrece un rendimiento excelente al equipo". Pero Manolo quiere matizarlo porque considera que el éxito defensivo recae en todo el equipo, es una labor colectiva. "Una buena defensa viene desde la delantera. Si no hay un apoyo grande de todo el equipo cuando hay que defender, puedes tener la mejor defensa del mundo que al final no vale de mucho".

Los dos equipos en los que él colaboró para que estableciesen los mejores registros de imbatibilidad del club, destacaban por el compromiso general en defender las acciones de ataque de los rivales.

Respecto al Celta de Herrera, Manolo destaca también la aportación de un futbolista como Borja Oubiña. "La recuperación de Oubiña ha sido fundamental. Le da otro aire al equipo. Si alcanza el nivel que tenía antes de la lesión, al Celta le vendrá muy bien para ascender y para mantenerse después en Primera División".

"Pero tanto la defensa como el ataque dependen de todo el conjunto", sostiene Manolo. La prueba evidente es Fenoy. El guardameta argentino logró mantener la portería del Celta a cero durante siete jornadas en la temporada 75/76. Finalizó el curso con 22 goles encajados y en segunda posición en la categoría de plata, lo que le valió para ascender a Primera.

Aquella secuencia de encuentros invicto se produjo en la recta final del campeonato, cuando Carmelo Cedrún se hizo cargo del banquillo, en sustitución de Mariano Moreno. Manolo piensa que pudo aumentarse esa racha de imbatibilidad, que rompió el Burgos en su visita a Balaídos, ganando por 0-1, en una jornada que el celtismo dedicó a celebrar el ascenso. En el encuentro de cierre de campaña, en Huelva, los celestes obtuvieron un empate a dos tantos.

La retaguardia que defendía el portal de Fenoy cuando llegó Cedrún la formaban habitualmente Suso Santomé y Búa por los flancos, con Manolo y Rivas por el centro.

El Gran Capitán ve ahora al Celta "en la misma línea que el año pasado", en el que los de Herrera se clasificaron para el play-off de ascenso. "En aquel momento también realizaron una primera vuelta sensacional y se falló en la segunda, en casa, lo que impidió que el equipo no subiera a Primera. Esperemos que este año no tengan ese bajón en su rendimiento y sigan manteniéndose en esa línea porque hasta ahora no he visto ningún equipo superior al Celta en la categoría".

No obstante, Manolo cree que hay seis o siete equipos con las mismas posibilidades que el Celta de alcanzar el premio gordo. "La lucha, en ese aspecto, va a ser dura, y habrá que ganar a los que están en las primeras posiciones".

El exfutbolista confía en que el actual equipo del Celta supere con holgura los dos records de imbatibilidad en los que él tuvo un papel destacado. No le preocupa en absoluto perder esas marcas. "Lo que más deseo es que se batan todos esos records porque eso significaría que el equipo va para arriba. Ojalá se cumpla. Además, los records están para batirse", insiste el Gran Capitán del Celta durante las décadas de los setenta y ochenta, en las que el equipo vigués estableció marcas de imbatibilidad que los de Herrera en estos momentos están a punto de batir. Mañana tienen la oportunidad de superar la segunda mejor marca e igualar la primera.