Sentía nostalgia del club en el que se formó "como persona y como futbolista". Dos décadas después de abandonar el Celta, donde se convirtió en uno de los ídolos de la afición por los 72 goles que aportó al equipo durante diez años, ha regresado para intentar salvar al filial del descenso a Tercera División. Argimiro Pérez García, Pichi Lucas para el mundo del fútbol, inicia a los 52 años su segunda etapa en el conjunto celeste. A primera hora de la mañana de ayer acudió a las instalaciones de A Madroa para preparar la primera sesión de entrenamiento. El fin de semana le espera un complicado partido en Alcalá de Henares, uno de los rivales a los que necesita vencer para recortarle diferencias y meterlo en la pelea por la permanencia. El sustituto de Fonsi Valverde en el banquillo de las promesas celestes confía en el potencial de la plantilla y en recuperar a futbolistas como Madinda, ausente en las últimas semanas debido a su participación en la Copa de África con Gabón.

Pichi Lucas, que se encontraba en el paro tras pasar por el Oviedo, Cartagena, Ponferradina y Compostela, asume con mucho ánimo un reto que considera difícil, pero para el que ve soluciones. "Estoy muy contento, feliz. Evidentemente han cambiado muchas cosas desde que me marché del Celta, pero siempre he dicho que esta ha sido mi casa. Aquí me formé como persona, como futbolista y aunque he estado lejos siempre ha estado presente en mi corazón. Ahora tengo la oportunidad, gracias al Celta, de volver otra vez y me siento contento y satisfecho ante este nuevo reto".

Con el filial celeste en la penúltima posición de la tabla en Segunda B, con 21 puntos, a cinco del límite de la permanencia, Pichi Lucas no cae en el pesimismo. "La situación está difícil pero lo es para muchos equipos. Esta es una trayectoria muy larga, pero tenemos que salir cuanto antes de esta situación porque la experiencia nos dice que luego las prisas no son buenas. Vamos a intentar por todos los medios recuperar a la gente que está fuera del equipo; y con la que está, a ver si somos capaces de salir adelante. Creo que sí porque veo cierto potencial dentro del grupo para salir de esta posición".

"Siempre pensé en volver al Celta después de pasar casi toda mi trayectoria futbolística en este club. Y la verdad es que lo añoras y en algún momento de tu vida te gustaría volver al sitio donde has crecido a nivel profesional", comenta al recordar su pasado celeste, que ahora le vinculará al menos hasta que finalice el curso. "Sabemos que no será fácil pero con trabajo, ilusión y ganas seguramente iremos para arriba", insiste en el mensaje. Apunta que restan quince jornadas de Liga, "tiempo suficiente para salir de esta situación". Sabe que para ello necesita "entrar en una buena dinámica, cosa que no está ocurriendo". Pero confía en "el potencial de la plantilla". Como ayudantes contará con Manu y Jose, que también colaboraron con Valverde.

Admite que el verano pasado mantuvo contactos con el Celta para dirigir el filial, "pero el club tenía un punto de vista en ese momento, yo tenía otro y no hubo ningún acuerdo". Para alcanzar la meta, le gusta el sistema de juego que practica el primer equipo.