Lo que se preveía como un mes loco para el Celta femenino, con seis partidos al haber dos jornadas entre semana, no puede comenzar de peor manera que con la huelga prevista para la semana que viene por los funcionarios del IMD y que cerrará todas las instalaciones deportivas municipales de Vigo. Las viguesas son uno de los equipos más perjudicados, ya que recibirá al Hondarribia Irún en uno de los partidos más importantes del año con la permanencia en la categoría en juego.

Las últimas horas del presidente del club, Paco Araújo, han sido frenéticas. Una vez confirmada la noticia de la huelga, comenzó la búsqueda de una pista para jugar el partido, ya que el partido no se puede suspender al tener Hondarribia adquiridos los billetes de avión y ser imposible cambiarlos. Porriño, Mos o Tuy, fueron algunos de los pabellones que el máximo mandatario vigués contactó para poder jugar el partido, pero o bien estaban ocupados o no reunían las condiciones técnicas (canastas de suelo, línea de 6.75 o reloj de 24 segundos con retorno a 14).

La opción apareció en el pabellón de Fontecarmoa en Vilagarcía. El Cortegada le ofreció al club vigués todo tipo de facilidades. A lo largo del día de hoy Araújo espera tener la confirmación a lo largo del día de hoy para comunicárselo a la Federación Española, pero todo apunta que será el sábado 11 a las 12 horas.

Por otro lado, el presidente también tuvo que hace labor federativa, por lo que a primera hora de la mañana envió una comunicación a la Federación Española explicando la situación y adjuntando recortes de prensa en los que se hacía referencia a la huelga. En condiciones normales el Celta debería tener el consentimiento del Hondarribia para el cambio de pabellón, pero al ser causas de fuerza mayor es la Federación la que fija hora y pista, sin necesitar aprobación alguna del equipo rival. Algo positivo en todo este lío, dada la especial relación entre Celta y Hondarribia.

Lo que Araújo tiene claro es que el cuadro bidasotarra exigirá un autocar para hacer el desplazamiento desde Vigo a Vilagarcía, ya que llegan el viernes por la noche en avión y no tienen medios para desplazarse. Otra cosa es saber quién debe abonar el alquiler del autocar.

Lo que más lamenta el club es el trastorno que le ocasiona a los aficionados, a los que le pide el sacrificio de acudir a Fontecarmoa en un partido tan importante como el que van a disputar ante el Hondarribia.