La selección española de balonmano tratará de resarcirse hoy del varapalo que supuso la derrota sufrida en semifinales ante Dinamarca, con una medalla de bronce que serviría para premiar el notable papel de los de Valero Rivera en Serbia.

Una labor nada fácil ya que a diferencia de lo ocurrido el pasado año en el Mundial de Suecia, donde Dinamarca también apeó en semifinales al equipo español, en esta ocasión la selección española estaba convencida de su pase a la gran final.

Circunstancia por la que el cuerpo técnico de la selección lleva trabajando desde la conclusión del duelo con los nórdicos para recuperar anímicamente a unos jugadores, que deberán superar hoy (14:30, TDP) otra durísima prueba ante Croacia si quieren subirse al tercer escalón del podio.

Una selección croata que parece menos afectada por la derrota sufrida en las semifinales ante Serbia, dados los numerosos factores extradeportivos, que hacían prácticamente imposible la victoria de los de Slavko Goluza en el partido con el anfitrión.

No obstante, el combinado español, que el pasado año logró superar una situación similar para colgarse el bronce mundialista en Suecia, volverá a apelar a los mismos argumentos que ya le permitieron derrotar (24-22) a los croatas en la segunda fase del torneo.

Así España confiará nuevamente en su solvente defensa, un 6-0 muy dinámico y con constantes salidas a los lanzadores croatas, que ya posibilitó que la selección dejara a los balcánicos en tan sólo ocho goles en la segunda mitad en el encuentro disputado el pasado domingo en Novi Sad.

Aunque la clave para lograr el bronce estará en que el equipo español logre recuperar la fluidez ofensiva y, sobre todo, la efectividad en el lanzamiento, que lastraron a España en una semifinal, en la que los de Valero Rivera no lograron anotar ni un solo tanto en los últimos diez minutos de la primera mitad.

Una falta de acierto que el seleccionador español no dudó en achacar al exceso de presión al que los propios jugadores se indujeron, convencidos como estaban de que con el juego que venían desplegando, nada, ni nadie podría apartarlos de la gran final. Circunstancia que hizo todavía más dura la derrota ante el conjunto danés, en un duelo en el que como reconoció el extremo Víctor Tomás, la selección realizó "su peor partido" del campeonato en ataque.

Errores que España no podrá permitirse nuevamente ante un conjunto balcánico que no desaprovecha ninguna duda del rival para desplegar un fulgurante juego de contragolpe.

Contraataques para los que Croacia no podrá contar con el velocísimo extremo Manuel Strlek, al que una lesión le obligó a ser sustituido antes de la disputa de las semifinales por el jugador del Split Hrvoje Batinovic.