La dirección deportiva del Celta, encabezada por Miguel Montes Torrecilla, tenía un complicado reto por delante este pasado verano. Las bajas de Trashorras, López Garai, Michu, Murillo y Falcón, muy importantes en el equipo que rozó regresar a Primera, obligaban al club a afinar la búsqueda de jugadores que cubriesen esos puestos sin que el equipo lo notara y volviese a estar en la pelea por el ascenso a final de Liga. Desde un primer momento, la directiva céltica tenía claro que la cifra de incorporaciones estaría entre cuatro y cinco y que todas ellas debían a ser a coste cero o en forma de cesión, debido a las apreturas económicas que vive el equipo. De esta manera, aterrizaron en Vigo Mario Bermejo, Natxo Insa, Oier Sanjurjo, Carlos Bellvís y Fabián Orellana, que cubrían las necesidades en todas las líneas.

El rendimiento en líneas generales ha sido positivo, con bastante participación de todos y con grandes sorpresas de los que menos se esperaba en un principio, Oier Sanjurjo y Carlos Bellvís, que partían como claros recambios de Hugo Mallo y Roberto Lago pero que se han ganado el derecho a jugar como el que más.

Uno de ellos, el navarro se ha consolidado en el once en una posición en la que nunca había actuado en su carrera, en el centro de la zaga, formando con Túñez el que se presume como el dúo titular en defensa, aportando esa dosis de garra y contundencia necesaria en la parte de atrás. Desde que se recuperó de la lesión muscular, solo ha salido del equipo ante el Barcelona B, lo que demuestra su importancia en los planes de Herrera.

En el apartado ofensivo, las novedades fueron Bermejo y Orellana, dos jugadores con un perfil muy distinto a lo que había en la plantilla. Ambos han tenido muchos minutos y han sido importantes para el técnico, especialmente el cántabro, que venía como un "nueve" clásico de toda la vida pero ha sabido adaptarse a una posición distinta como es la mediapunta, siendo además fundamental en las jugadas a balón parado que tantos quebraderos de cabeza han dado a los vigueses esta campaña. Solo la lesión en el hombro impidió a Bermejo estar entre los más utilizados a nivel de minutos tras dieciocho jornadas.

Orellana, por su parte, era el último en fichar (lo hizo el 29 de agosto). Cedido por el Granada, llegaba con la vitola de jugador singular y lo ha demostrado. Capaz de lo mejor y lo peor, no ha dejado indiferente a nadie. Su tremenda calidad se contagia por su excesivo individualismo pero Herrera sabe de su importancia y le está dando cada vez más minutos. Sus números, tres goles y tres asistencias, le avalan y es el primero ahora mismo en la lista del entrenador para ocupar el extremo izquierdo.

El que parece haber perdido algo de protagonismo es Natxo Insa, que comenzó la temporada como titular indiscutible pero ha perdido peso con el paso de las jornadas. Le falta soltarse y jugar con más tranquilidad pero aun así cuenta con la total confianza de Herrera, que ya lo conocía de su etapa en el Villarreal B y está encantado con él, siendo la "cara nueva" que más minutos ha disputado hasta ahora. Cuando se suelta, ha jugado partidos muy completos como el de Alcorcón, demostrando que puede ser un muy buen complemento para Borja Oubiña, Álex López y Cristian Bustos.

Quedan todavía los meses más importante de la temporada por delante pero el trabajo en el primer parcial de las caras nuevas hace pensar que fue un acierto contar con sus servicios. Les toca, junto al resto de compañeros, refrendarlo en la segunda vuelta y subir del aprobado a la matrícula de honor.