Apenas tenían referencias el uno del otro hace unos meses, mientras uno jugaba en Osasuna y el otro en el Celta. En Vigo han coincidido, desde el verano pasado, Andrés Túñez Arceo (Caracas-Venezuela, 15 de marzo de 1987) y Oier Sanjurjo Maté (Estella-Navarra, 25 de mayo de 1986). Herrera los ha hecho inseparables en el campo. Forman la pareja titular de defensas centrales del conjunto vigués. Han jugado cuatro partidos de Liga juntos y el Celta ha acabado imbatido (tres victorias y un empate) y solamente ha encajado un gol, el que marcó Olmo, del Sabadell, al rematar de cabeza un saque de esquina cuando los locales dominaban en el marcador con claridad (3-0).

En el campo, Túñez y Oier parecen llevar años jugando juntos. Sin embargo, proceden de canteras distintas. Túñez, que regresó de la emigración con sus padres para asentarse en Bertamiráns, se formó en A Madroa y hace dos años dio el salto al primer equipo celeste de la mano de Eusebio Sacristán. Oier es un producto del vivero osasunista, con el que debutó en la campaña 2007-2008 en Primera División, donde acumula más de cincuenta partidos.

Sin embargo, dejó de contar para los técnicos del equipo navarro, que a finales de la campaña pasada decidieron cederlo al Celta, que lo reclamó para utilizarlo como lateral. Pero Herrera lo ha reconvertido en central y tras un accidentado debut en el eje de la zaga (con dos autogoles en Jerez) ha desplazado de la titularidad a Jonathan Vila. Y como complemento al navarro, el técnico ha elegido para moverse por la izquierda a Túñez, relegado durante muchos meses al banquillo. Ahora, este tándem se consolida en el once titular como los guardianes de Yoel, el portero céltico.

Los dos se profesan admiración y destacan las cualidades del otro. Una de las claves de la coordinación que muestran en el terreno de juego es la constante comunicación que realizan para advertir peligros o anticiparse a acciones de los rivales.

"El primer día que llegó dije que me parecía un grandísimo jugador", reconoce Túñez sobre Oier, antes de continuar con sus elogios: "Posee unas condiciones increíbles, defensivamente es espectacular. No me ha sorprendido porque lo he visto como un futbolista polivalente, que puede jugar de lateral, de central... Esa es la primera impresión que tuve de Oier y ahora lo está demostrando. Para mí es un jugadorazo. Defensivamente es tremendo y se entiende por qué ha jugado en Primera División. Para mí es un placer jugar con él, y a ver si seguimos con esa buena racha de dejar la portería a cero".

Túñez, al que sus compañeros en las categorías inferiores llamaban el Muro (1.91 de altura), también ha sorprendido a Oier por su dominio en el juego de cabeza: "Es un jugador muy poderoso en el juego aéreo, como ninguno, y se hace con todos los balones que llegan por arriba, no le supera nadie. Además, es muy inteligente. Tiene muy buena colocación táctica, que le hace suplir su falta de velocidad. A la hora de sacar el balón tiene mucho estilo. Se lo quita de encima con mucha facilidad, sin rifarla, intentando jugar la pelota tanto por abajo como buscando a los compañeros con pases medios. Posee mucha solvencia".

El zaguero gallego no entiende cómo han cedido a un futbolista como Oier. "Está demostrando que Osasuna se equivocó al dejarlo marchar".

El navarro, por su parte, agradece el recibimiento que le dio Túñez cuando llegó al Celta. "Fue de los primeros que me abrió los brazos. Desde entonces, hemos cogido confianza, congeniamos muy bien y eso se plasma después en el terreno de juego. Tener confianza el uno del otro hace que estemos más seguros en lo que realizamos".

"Es muy fácil jugar con él", añade Túñez del osasunista, "porque habla mucho en el campo. Me pasaba algo parecido con Noguerol, que también hablaba mucho. Tener esa confianza nos está favoreciendo". Al Celta, el primero.