Nacido en Ávila el 1 de febrero de 1942, Gerardo González Martín reside desde los 20 años en Vigo. "Handicap creó el Celta" (Ediciones Cardeñoso) es el décimo quinto libro que escribe sobre aspectos relacionados con la ciudad. Su llegada a las librerías coincide con la reedición de una publicación de 1993, "El orgullo de ejercer de vigués". El autor, que ha ejercido el periodismo casi 50 años, ha obtenido diversos premios por sus publicaciones. Es además desde 1999 "Vigués distinguido".

¿Cuándo le nace la idea de escribir sobre "Handicap"?

La familia de mi mujer tenía relación con la de "Handicap", y de ahí empezó el seguimiento, cada vez que encontraba algo de él disfrutaba a pesar de no gustarme el deporte.

¿Es esta su obra más ambiciosa?

Si no es de las más ambiciosas, sí de las que más justicia pueden hacer a un personaje que creo que está un poco olvidado. La gente ignora muchas de las dimensiones de Manuel de Castro y un poco fue lo que a mí me subyugó.

¿Qué le sedujo de este personaje?

Humanamente el personaje me interesa mucho. El deporte es transversal, esto es la historia de "Handicap", que está presente en todos los momentos importantes del deporte vigués. Es un personaje de una talla excepcional, a la medida que me fui aproximando a él me fue resultando de mayor interés, en lo humano y en lo profesional.

Por ejemplo.

El fútbol llegó a Vigo en 1895 y él fue de los primeros en jugar. Poco después, en 1906 ya era directivo de un club y luego fue vicepresidente del Vigo Sporting, árbitro, cronista de FARO entre 1909 y 1944, hasta que le arrolló el tren. Al mismo tiempo escribe en la revista gallega "Letras e deportes". Hay testimonios de que Handicap escribía de floricultura, lo que demuestra que tenía muchas curiosidades. Aparte de tener la idea de que naciera el Celta por la fusión fue clave para que Balaídos fuera un gran estadio y no un campo de fútbol. Tuvo el mérito además de ser el primer coseleccionador de la selección gallega junto con Pepe Bar y también coseleccionador de la selección española entre 1921 y 1927. Practicaba ciclismo, ayudó al nacimiento del hockey femenino. Su obsesión permanente era hablar de deporte.

¿El Celta le debe ser lo que es?

Sí, porque fue el que inventó la historia, el que tuvo la idea de llevar a cabo esa fusión. Cuando prosperó la idea, tenía al enemigo en su propia casa, ya que había una corriente de opinión que decía que si desaparecía la rivalidad entre Fortuna y Vigo se mataría a la afición.

Supo aparcar la rivalidad por un bien mayor.

Sabía que solo un club fuerte iba a permitir disfrutar del gran fútbol. El Vigo y el Fortuna más o menos aportan el mismo palmarés pero ninguno descollante en aquella época. El culmen viene cuando en el 36 asciende a Primera, siendo el primer club gallego en lograrlo; la reacción de él es que se ha logrado solo con gallegos. Vive todo con mucho entusiasmo. En una temporada, le faltaban al Celta ocho puntos para salvarse y creó un tinglado que llamó "La peña de los ocho puntos" para que animaran al club a conseguir esos puntos; era un activista también, admirado por muchísima gente.

¿Es comparable a algún otro personaje vigués histórico?

Le veo como un personaje total. No recuerdo a nadie en cualquier otra actividad que tuviera tal dedicación con tal plenitud y con tal diversidad. Mira que ha habido personajes interesantes en Vigo pero no recuerdo a nadie con esa plenitud como tenía este hombre. Por ejemplo, Ricardo Zamora era un admirador suyo y cierro la obra con unas palabras de él donde decía que cuando desapareciera iba a dejar una huella imborrable. Tenía un prestigio que trascendía por toda España. Nadie tenía esta diversidad de acercarse a todo.

¿Cómo era en la faceta periodística?

Había gente que decía que muchos periodistas deportivos no se atrevían a manifestarse sobre un fenómeno cualquiera hasta que no se hubiera pronunciado "Handicap".

La forma de fallecer también fue cruel.

Sí, pero también le dio un final un poco épico.