Casi dos décadas después de aquella gran victoria en Riazor ante el Deportivo por 1-2, Vlado Gudelj, uno de los artífices, afirma tener recuerdos muy vagos de su única victoria en A Coruña y de cómo se desarrolló aquel encuentro. Tiene en su cabeza lo más importante: el resultado y que él fue el encargado de inaugurar el marcador a los tres minutos de partido. Llegaban los célticos a Riazor en vísperas de las vacaciones de Navidad para medirse a un Deportivo que peleó esa campaña hasta el final por el título de Liga.

"Ha pasado mucho tiempo, sé que empezamos ganando y que después marcó Losada. Fueron las mejores vacaciones navideñas para mí", afirma Gudelj, que destaca el valor que supuso volver a Vigo con los puntos: "El encuentro llegaba en la primera vuelta, contra un equipazo con gente como Bebeto o Mauro Silva. Quizá no teníamos jugadores de calidad pero siempre fuimos un equipo con carácter, que dábamos todo. Cuando fuimos a A Coruña sabíamos que nos jugábamos nuestro prestigio y defendimos al Celta en un partido como es el derbi gallego".

Como siempre en las visitas a la ciudad herculina, el apoyo de la afición fue fundamental. Gudelj destaca a los 1.500 celtistas que estarán el domingo en Riazor: "Eso te motiva más aún para demostrar y hacer feliz a la gente que te apoya en el campo del rival".

El mítico delantero bosnio hace tiempo que abandonó los terrenos de juego. Sin embargo, su nuevo papel como delegado le permitirá revivir tiempos pasados. "A ver cómo sale mi primer derbi así, estamos en buena racha, en un buen momento pero en partidos como este no tiene nada que ver", señala. Lo que sí espera es que después de cinco años sin derbi "sea un ejemplo para todos, una fiesta del fútbol ante todo y a partir de eso que gane el Celta".

Uno de los aspectos de los que más orgulloso se siente Gudelj es de la transformación que ha experimentado el Celta en los últimos tiempos para convertirse en un equipo que apuesta por la cantera. "No pasaba nunca, hay muchos jugadores de nuestra escuela y eso es muy importante, pienso que se va a volver a vivir el derbi como hace veinte o treinta años. Eso es bueno para el fútbol gallego, tenemos que estar muy orgullosos en el club con esa filosofía", indica.

Por eso, sin querer aventurarse en un resultado, el bosnio espera que por encima de todo, los de Paco Herrera "defiendan su idea". "Puede pasar de todo pero debemos demostrar que somos un buen equipo, una piña y a partir de ahí pasará lo que tenga que pasar".