Lo que parecía un encuentro torcido desde el final de la primera parte con el Xerez dominando el marcador por 2-1, se convirtió en los últimos minutos en "agua de mayo" para el Celta.

Inició el conjunto vigués un arranque prometedor, con dominio del balón y llegando arriba con agarre. Esas ganas se convirtieron en gol a pocos minutos de comenzar a rodar el esférico en el estadio de Chapín con el primer tanto del Celta de la mano de David Rodríguez. Pero poco le duró la alegría a los celestes porque minutos después la encajaba en la portería de Yoel, Lombán y conseguía así el empate para los suyos. Las cosas se fueron poniendo feas, el Celta se dormía y el conjunto local supo aprovecharlo para ponerse arriba en el marcador con pocos minutos para llegar a los primeros cuarenta y cinco. Anotaba Oier el segundo en propia puerta después de un despeje poco certero en el que el balón se coló dentro de la portería del guardameta celeste. El árbitro pitaba el final de la primera parte y el cuadro de Paco Herrera entraba en el túnel de vestuario con caras largas y con la tarea de buscar la concentración perdida.

En el inicio de la segunda parte, el Xerez lo dejó claro, saliendo al campo con la tranquilidad de ir dominando el partido y la tarea de no ponerle las cosas fáciles al Celta. Y Oier, en otra jugada desafortunada en la que le rebotó un balón despejado de las manos de Yoel, se lo puso más fácil todavía, proporcionándoles el tercero de nuevo en propia puerta. El Celta seguía sin llegar arriba, Paco Herrera se mantenía con gesto serio en la banda y el Xerez aprovechaba la situación para respirar con un resultado holgado a su favor.

Pero esa misma tranquilidad con la que se relajó el Celta en la primera parte, le pasó factura ésta vez al conjunto de Juan Merino. A escasos minutos de que el colegiado pitara el final del partido, llegó el 3-2 de la mano de un Iago Aspas que está demostrando su buen hacer en el terreno de juego. El empate lo puso con escasos minutos de diferencia Catalá en el noventa y tras una jugada en la que tuvo mucho que ver Quique de Lucas.

La remontada, quizás un poco atropellada, del Celta, le ha dado al equipo el ánimo que necesitaba para mantenerse en la tabla y luchar por los puestos de play off aunque bien es cierto que las estadísticas sólo le son favorables fuera de casa porque Balaídos sigue siendo la asignatura pendiente del conjunto vigués.

Y es que los celestes todavía no han podido darle ninguna alegría a su afición ya que no han obtenido todavía victorias en casa. Tendrán una nueva oportunidad del próximo domingo en el enfrentamiento que los unirá al Huesca donde deberán demostrar muchas cosas.Precisamente las críticas le llegan de una floja defensa y de falta de carácter en el campo, aspectos que otros ven muy subjetivos. Opiniones para todos los gustos pero juegue bien, mal, a deshora o afinado, lo cierto es que el resultado es el que manda. Y sobre todo, el que suma.