El Academia Octavio disputará hoy (13.00) la final de la Copa Galicia en la localidad coruñesa de Carballo. Su rival será el Frigoríficos del Morrazo, que ayer se impuso con claridad al Teucro (24-29) en un derbi que se repetirá a lo largo de la temporada en la División de Honor Plata. El Octavio, en cambio, sufrió para doblegar al Calvo Xiria (26-28) en un choque que en teoría era el más desigual, entre un equipo de Asobal y otro de Primera Nacional. Los vigueses tuvieron que remontar y pelear hasta el último segundo para doblegar la resistencia de los anfitriones.

No le está sentando bien al Octavio el maratón de amistosos de este fin de semana, complicado además por el cansancio de los desplazamientos. Tras caer ante el Ademar en León el viernes, los hombres de Quique Domínguez se presentaron en Carballo entumecidos. En el minuto 10 tuvo que solicitar tiempo muerto el técnico para remediar el 7-2 del marcador.

La reacción se produjo, pero de forma lenta. Al descanso, 15-12. El primer empate no llegó hasta el minuto 41 (17-17) y solo en el 48 (20-21) cobró Octavio su primera ventaja. Ya dominaría a partir de entonces el encuentro, pero sin llegar a romperlo aunque lo pareciese con el 23-27. El último arreón local dejó el marcador definitivo en 26-28.

Flaqueó el equipo académico en seis metros. Decidió concentrar sus energías en el ataque en los momentos decisivos, con Vico como gran artillero con ocho goles, secundado por Cacheda con cuatro.

El Balonmán Cangas Frigoríficos del Morrazo, por su parte, luchará por el título gracias a su tercera victoria sobre el Teucro en apenas dos semanas. Los hombres de Pillo controlaron a la perfección el choque de ayer, sobre todo en la primera mitad, en donde una gran actitud defensiva les permitió escaparse en el marcador desde el minuto cinco. Poco a poco los cangueses fueron incrementando su ventaja, conducidos por los goles de Suso Soliño y de Adrián Rosales. Al descanso el Cangas alcanzaba su máxima ventaja: seis goles.

En la segunda mitad los pontevedreses salieron con mucha más energía y pusieron toda la carne en el asador para tratar de remontar el marcador. Sin embargo, y pese al juego más agresivo exhibido por el Teucro, los cangueses siempre mantuvieron una ventaja de cinco puntos como mínimo, que sería lo que reflejase el luminoso al término de la segunda media hora (24-29).