Cristian Bustos tuvo un comienzo de pretemporada nada agradable. El alicantino dio el gran susto del verano en la vuelta al trabajo sufriendo un desvanecimiento en las instalaciones de A Madroa, que hizo saltar las alarmas, ya que el centrocampista sufrió un cuadro convulsivo que obligó a su ingreso en la clinica de Fátima, donde estuvo un día y medio. Por fortuna, la cosa no pasó mayores y Bustos pudo abandonar el hospital sin secuelas y seguir su vida sin problemas.

Poco a poco, fue reintegrándose con sus compañeros a la dinámica de entrenamientos. A pesar de haber realizado unas pocas sesiones, Herrera le dio la oportunidad de jugar unos minutos en el primer test de pretemporada del equipo, el Memorial Quinocho ante el Sporting de Braga. A partir de ahí, todo transcurrió sin problemas y en estos momentos, el alicantino ya ha recuperado su mejor forma y sigue siendo uno de los fijos en los planes del entrenador céltico.

Por otra parte, los otros jugadores que pasaron por el parte médico fueron Natxo Insa, Quique de Lucas y Oier Sanjurjo. El primero se perdió los primeros amistosos por unas molestias musculares mientras que el delantero catalán sufre unas molestias en el sóleo y es duda para comenzar la Liga.

El caso de Oier es el más reciente y el más preocupante, ya que su baja dejaría al equipo sin laterales de la primera plantilla para medirse al Girona. Una microrrotura fibrilar en el recto anterior del muslo derecho tiene la culpa.