Toda Galicia tenía su mirada puesta en Javier Gómez Noya. Pontevedra era el lugar elegido para que el ferrolano fuera profeta en su tierra. Su último año, espectacular. Las principales amenazas para el triatleta gallego tenían apellido común. La palabra "Brownlee" se ha convertido en metáfora de pesadilla para el triatlón gallego. Hoy, el mayor de los hermanos británicos, Alistair, se coronó como campeón de Europa en la ciudad del Lérez. Su hermano Jonathan finalizó segundo. Los dos llegaron juntos a la meta. Apenas unos segundos separaban la excelente carrera completada por los británicos.

Javi Gómez Noya finalizó en el puesto 46. Los problemas estomacales y el juego sucio en la primera parte de la prueba fueron una losa para el ferrolano. El otro representante gallego en el Campeonato de Europa, Iván Raña, terminó la competición justo por delante de su paisano (45º). El mejor español ha sido el balear Mario Mola, que ha rozado el podio al quedar cuarto, justo por detrás del ruso Poliansky.

El resultado no ha sido el esperado por los pontevedreses que han luchado contra las altas temperaturas. No han visto ganar a su ídolo, pero, por el contrario, han "disfrutado" de la espectacular carrera de unos Brownlee que son unos dignos rivales para un Gómez Noya que, seguro, querrá consumar la venganza en carreras futuras. Con estos corredores, el triatlón goza de una salud de hierro.