El director científico de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), Olivier Rabin, ha admitido que "en algunos países existe la posibilidad de que la carne esté contaminada por clembuterol", un supuesto recogido en "la literatura científica" y al que apela Alberto Contador para proclamar su inocencia. El positivo del madrileño y los cinco positivos recientes en la selección mexicana de fútbol, que también alegan contaminación alimentaria, han provocado que la AMA se replantee su postura ante esta sustancia.

"Hay muy pocos positivos por clembuterol, así que no es imposible analizar cada caso uno por uno. Podríamos hacer algunas recomendaciones al comité ejecutivo de la AMA para fijar qué niveles son positivos seguro y que niveles se podrían considerar en otro contexto, mirando los resultados previos y futuros del atleta", explicó Rabin.

La AMA tendría que esperar hasta su reunión del mes de septiembre para aprobar estos cambios, pero cualquier propuesta podría ser confirmada por el Grupo de Expertos de Laboratorio del organismo, que se reunirá en Montreal la próxima semana.

"El miedo a la carne contaminada por sustancias dopantes no es nada nuevo. Antes era la testosterona y ahora es el clembuterol. En un limitado número de países hay riesgo de que la carne esté contaminada por clembuterol, algo que está en la literatura científica", explicó. En este sentido, aseguró que "hay que ser cautelosos porque los niveles" de sustancia dopante "no son siempre de la misma magnitud". "Tenemos que considerar el contexto. Estamos revisando los datos y puede que hagamos algunas recomendaciones al comité ejecutivo, que podía reajustar las normas si lo necesita, o mantenerlas igual".

En el caso de Contador, la cantidad de clembuterol que se encontró en su orina fue ínfima (50 picogramos), pero Rabin quiso aclarar que "no se puede decir que no hay positivo porque una cantidad es pequeña" y que "esa es la dificultad de la situación", ya que "podría ser dopaje o podría ser otra cosa". Contador fue suspendido en septiembre y recibió una sanción inicial de un año por parte de la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC), que levantó el castigo en febrero al aceptar la hipótesis de la carne contaminada. La AMA y la UCI apelaron a la máxima instancia, el TAS, que no se pronunciará hasta el mes de agosto.