Un mes y un día de vacaciones. Es lo que tendrá la plantilla del Celta de tiempo para descansar y reponer fuerzas de cara a la próxima temporada. El club ha citado a todos los jugadores el jueves 14 de julio en las instalaciones de A Madroa para comenzar la pretemporada. De esta manera, Paco Herrera dispondrá de cinco semanas para afinar la puesta a punto del equipo antes del primer partido de Liga, que este año adelanta su inicio una semana y comenzará el fin de semana del 21 y 22 de agosto.

El 14 y el 15 de julio están previstas las tradicionales analíticas y control médico que realiza el club para ver si los jugadores han cumplido con los "deberes" que les ha dado Paco Herrera en la despedida de la temporada. Los análisis serán por las mañanas, media plantilla cada día mientras la otra entrena, y viceversa. Por las tardes se ejercitarán todos juntos. En esa primera semana solo tendrán un día libre, el domingo 17, ya que a partir del lunes siguiente comenzarán las dobles sesiones, en las que, como es habitual durante el verano, se centrarán en potenciar la condición física de los jugadores para llegar de la mejor manera posible al comienzo de temporada.

El club tiene todavía por determinar el lugar donde realizará el tradicional "stage" veraniego. Se barajan varias opciones pero todas ellas cercanas. Salvo Melgaço, el lugar de reunión habitual durante las últimas temporadas, el resto de opciones se encuentran en Galicia (Cabeza de Manzaneda, Allariz o Mondariz Balneario). No se descarta, incluso, suprimir la concentración y quedarse a trabajar en A Madroa. Quedan también por concertar los tradicionales encuentros amistosos veraniegos y las fechas del Memorial Quinocho y del Trofeo Ciudad de Vigo.

La ciudad olívica es la opción preferida de Paco Herrera, siempre que el ahorro permita concentrar al equipo las noches anteriores a los encuentros que se disputen en el estadio municipal de Balaídos, algo que esta temporada no sucedió.