A la segunda fue la vencida. Tras la decepción de la temporada pasada, en la que el Porriño se quedó a las puertas del ascenso en la última jornada, las jugadoras dirigidas por Abel Estévez se desquitaron este fin de semana. Pero no fue nada fácil la gesta, que por momentos pareció imposible, como reconocen jugadoras como Ana, una de las capitanas, tras la derrota el viernes ante el Amposta, que dejaba a las porriñesas en una situación límite.

"Después del viernes, pensé que no había nada qué hacer. Tuvimos suerte con el resto de resultados, nos ilusionamos y aquí estamos", afirma.

En la misma línea se posicionó la directiva. El presidente del club, Fernando Godoy, destacó el carácter de las jugadoras mientras que el vicepresidente, Manuel Pereira, fue claro: "lo vimos negro".

Sin embargo, en ese momento, los astros se alinearon con el Porriño y en la jornada del sábado, las jugadoras sacaron su carácter y se impusieron con claridad al Lleida, lo que unido a la victoria del Kukullaga y del Gijón hacía que las gallegas dependiesen de sí mismas en la última jornada ante un Castelldefels que ya se había quedado sin opciones de ascenso. "Tuvimos suerte", reconoce Paula.

Aun así, las porriñesas no lo tuvieron nada fácil ante las catalanas, que se emplearon a fondo y por momentos complicaron la vida al Porriño, sobre todo en la primera mitad.

Pero ahí apareció el espíritu competitivo de estas chicas, que nunca se rinden, y sacaron adelante el choque.

"Se nos arregló el panorama y lo supimos aprovechar", confiesa Godoy. Era una oportunidad única y no fallaron. El premio era medirse con los mejores equipos de España, algo que no se podía dejar pasar.