El Power Electronics Valencia empató a uno la serie de los cuartos de final de la Euroliga al Madrid, en la Caja Mágica, a base de triples, 12 de 22, y con un extraordinario Cook en los dos últimos minutos, con seis puntos consecutivos.

El equipo de Valencia demostró más recursos que el de Madrid, no falló en la zona como el martes pasado y encontró en la falta de recursos y la precipitación de los blancos en los últimos minutos a unos buenos aliados.

Cook fue el mejor de los taronja con 20 puntos y 25 de valoración y Llull destacó en los locales con 18 y 16, respectivamente. Ahora, todo queda en el aire de cara a los dos encuentros que jugarán en la Fuente de San Luis la próxima semana.

Caja Laboral - Maccabi Tel Aviv

El Caja Laboral ha caído este jueves ante al Maccabi Tel Aviv en el segundo encuentro de los cuartos de final de la Euroliga, en un choque que tuvo en sus manos y que dejó escapar en los últimos minutos (81-83), lo que le obliga a ganar al menos uno de los dos partidos que se disputarán en el Nokia Arena israelí la próxima semana, ya que con este resultado la eliminatoria queda igualada con una victoria para cada equipo.

Dusko Ivanovic presentó por el mismo quinteto inicial del primer partido, obligado por la merma de efectivos, debido a las bajas de Pape Sow y Bjelica.

Por su parte, David Blatt, tras sorprender en el duelo inaugural con Macvan en el cinco y tras la oscura actuación de éste, decidió apostar por el mastodóntico Schortsanitis, que fue protagonista del primero cuarto, anotando 11 de los 19 puntos del Maccabi, y poniendo en apuros el juego interior baskonista.

Regal Barça - Panathinaikos

Si hace un par de días le salió cara, hoy al Regal Barcelona le salió cruz, perdió ante Panathinaikos (71-75), en un partido que dominó hasta el descanso y que se le complicó definitivamente cuando aparecieron Diamantidis y Sato, quienes le dieron la vuelta a la situación.

Ahora el Barça tendrá que jugársela en Atenas, sede de los dos próximos partidos, una empresa complicada, vista la entidad de los griegos, que jugaron con maestría en los momentos determinantes del partido y dejaron sin ideas a los azulgrana.

Repitió estrategia Obradovic, repitieron quinteto los dos equipos y el Barça parecía tener la lección bien aprendida, pero sólo fue durante veinte minutos. En la segunda mitad, los griegos dieron la vuelta al marcador y terminaron imponiéndose en un final muy ajustado.