El derbi regional que disputaron el pasado fin de semana el Céltiga y el Juventud Cambados, clubes que militan en la Preferente Autonómica Sur de Galicia, está dando mucho que hablar y no precisamente porque se marcara un golazo, por el resultado ni tampoco por una agresión.

Todo el interés se centra en torno a la figura de Ramón Fontán, el delegado del Cambados, que fue expulsado por intentar sentarse en el banquillo disfrazado de guardia civil para celebrar el Carnaval.

A modo de broma, se vistió una chaqueta de la Benemérita, acompañada de una gorra a juego y unas gafas de sol. De esta guisa acudió al Salvador Otero, el campo de A Illa de Arousa donde se jugaba el derbi.

Pero su disfraz no hizo le gracia a los allí presentes. Al menos al colegiado vigués Vázquez Martínez, que le obligó a quitarse la vestimenta de la Benemérita, y ante la negativa del delegado lo expulsó y envió a la grada.

"Lo más paradójico de todo es que nuestro delegado, aproximadamente una hora antes de empezar el partido, fue al vestuario del árbitro a llevarle las fichas y estuvo charlando con él, sin que este le dijese nada de su disfraz", asegura a EFE el presidente del Cambados, Ríchar Charlín.

"Luego, igual lo consultó con alguien, ya que diez minutos antes de empezar el partido le dice que no puede estar vestido así en el banquillo", recalca el dirigente gallego, quien acusa al árbitro de mentir en la redacción de acta.

"Lo que más nos duele es que mintió en el acta. No reflejó lo que pasó en el campo, pues dice que expulsó a nuestro delegado por no realizar las funciones que le corresponden, algo que es falso", explica Charlín.

El Comité territorial de Competición y Disciplina de la Preferente Autonómica del fútbol gallego acordó en su reunión semanal sancionar con un partido de suspensión a Ramón Fontán, una suspensión que el Cambados recurrirá por considerarla "injusta".

"Lleva cuatro años de delegado con nosotros y todos los carnavales siempre se ha disfrazado sin que pasara nada, por eso nos sorprendió la actitud del árbitro. Todo esto no deja de ser una anécdota, pero vamos a recurrir la sanción porque es injusta", avisa Charlín.

El delegado, por su parte, ha recordado que en anteriores ocasiones se ha disfrazado de bombero, de cura o de obispo y nunca le habían "dicho nada".

"Es más -comenta-, el otro día cuando llegué al vestuario del árbitro bromeé con él diciéndole que no hacía falta que estuviese la fuerza pública porque ya estaba yo allí. Si en ese momento me dice que no puedo estar disfrazado, no habría pasado nada", añade Fontán.

Aunque no le retiren la sanción, el delegado del Cambados tiene claro que el próximo año volverá a disfrazarse para celebrar el carnaval.

"Me parece que no hay ninguna norma que lo impida, sobre todo cuando estoy identificado y con la cara descubierta. Ya soy más famoso que Charlton Heston", bromea Fontán.