El Celta dio ayer un nuevo paso atrás en sus aspiraciones de conseguir el título de Liga. Si hace quince días caía ante el Pontevedra, ayer lo hacía ante el Montañeros, con lo que el Racing de Santander ya está a cutro puntos de diferencia, a falta de cinco jornadas para la conclusión.

El partido que ayer se disputó en Elviña fue extraño, ya que el resultado final fue excesivo para lo que ambos equipos hicieron sobre el terreno de juego. Incluso hablar de una victoria céltica no hubiera sido descabellado, ya que en el momento en el que los vigueses encajaron el primer gol se volcaron sobre la portería coruñesa, dejando desguarnecida su parte trasera con lo que los coruñeses los sorprendieron a la contra.

Cuando los vigueses se quisieron dar cuenta, perdían por dos goles después de los tantos de Felipe y Gabi.

En la segunda parte Curiel echó el resto, colocando una defensa de tres centrales y reforzando la línea defensiva. Los vigueses dispusieron de hasta seis oportunidades en las que se quedaron solos ante el portero local, pero no fueron capaces de materializar ninguna.

Sin embargo el Montañeros, a la contra, sentenció un partido que a los vigueses les puede costar el título.

El próximo domingo, derbi en el Baltasar Pujales.