O Gatañal es territorio comanche para el Pilotes Posada. La historia juega a favor de un Frigoríficos del Morrazo que cada vez que afronta el derbi de la Ría como local nota cómo el ambiente lo lleva en volandas hacia el éxito. Así ha sido en la mayoría de los nueve enfrentamientos que han tenido como protagonistas a cangueses y vigueses desde el ascenso de los primeros a la Liga Asobal, y que se han saldado con cinco victorias locales, dos empates y dos triunfos foráneos.

Las estadísticas no dejan demasiado lugar a la duda. El equipo que ahora entrena Quique Domínguez no gana un derbi de competición oficial en O Gatañal desde hace más de 14 años. La última vez fue el 26 de octubre de 1996, cuando, de la mano de Javier Barrios y en una auténtica exhibición de buen juego, los vigueses se llevaban el choque de rivalidad por 27-32. Un año antes lo había hecho por 28-30.

Eran otros tiempos. Ambos equipos pugnaban en la Asobal y el Pilotes presumía de una plantilla de inusitado potencial, con la conexión Lvov-Nesterov y la creatividad de Valenzuela, además de con históricos como el meta Germán Muíños, Panadero, Julio Muñoz o Bolea. El Cangas, equipo en permanente construcción, aunaba a los supervivientes del ascenso con la veteranía de Luisón, la pujanza de Bartolomé y con el exotismo de Karim y Salim Nedjel.

Desde entonces, el balance es más que positivo para los de O Morrazo: cinco triunfos y dos empates para preservar la magia de O Gatañal, pabellón talismán, octavo jugador del Cangas. La racha comenzaría solo una temporada después, en la campaña 97-98. El Cangas se apuntaba su primer triunfo en esa temporada a costa de un Pilotes que apuntaba al final de un ciclo (29-22) gracias a un jovencísimo Kasper Hvidt bajo palos y a la efectividad desde el pivote de Luisón García, autor de diez dianas. No sería la última vez que cangueses y vigueses se viesen las caras esa campaña. Volvieron a encontrarse en la liguilla de permanencia, y ahí el choque finalizó con un empate a 24 que dejaba todo en el aire para ambos. Luego serían los vigueses los que descenderían a División de Honor B, una categoría en la que permanecerían dos temporadas.

La campaña 2000-2001 marcaría el reencuentro de ambos en la pista. Y de nuevo con la fortuna sonriendo a los locales. Los de Alejandro López blindaron su defensa para imponerse a los de Fran Teixeira por 22-19 a pesar de las lesiones de Kobine y Camacho y dar un paso de gigante hacia la permanencia. Un año más tarde, el Frigoríficos repetía éxito (30-28). Con uno de los equipos más justos de su historia, por el que pocos apostaban en el arranque de temporada, los García Vega, Kobine, Kis, Pablo o Javier Rodríguez alcanzaron la veintena de puntos. Mientras, el Pilotes, entrenado por el debutante Tino Fernández (que sustituía a Teixeira), rubricaba un descenso ya consumado.

Tocó esperar para un nuevo enfrentamiento en la campaña 2003-2004. El Frigoríficos comenzaba a apuntar detalles del que un año después se convertiría en el mejor equipo de su historia. Con una buena defensa y con el lanzamiento de Muratovic y Paco López los cangueses vencían por 30-24 a un Pilotes que acusó el gran marcaje de Fontán sobre Edmond Toth. De ahí a la campaña 2006-2007, pero esta vez con el condicionante de que el derbi se jugaba en la División de Honor B. El Cangas era cuarto, con 24 puntos, y el Pilotes segundo con 27. El ascenso estaba en juego. Paulo Pereira y Quique Domínguez ofrecieron un duelo táctico de altura, mientras en la cancha brillaban Hojc y Fontán en los locales y Llamazares y Cerillo en los visitantes. Al final, un empate (22-22) con sabor a victoria para el Pilotes, que a la postre ascendería.

La última cita entre Cangas y Octavio fue la pasada campaña. El Frigoríficos hizo su mejor partido del año. Salió arrollador (7-1 de parcial) y aunque el Pilotes recuperó terreno (12-10 al descanso), los de Nikola Milos no dieron opciones con una impresionante defensa y un brillante Borut Oslak como brazo ejecutor (31-23).